ELA muestra su oposición al preacuerdo alcanzado en TRW Automotive

07/06/2020
En los últimos años la planta con que la multinacional cuenta en el Polígono Landaben de Iruñea ha padecido una importante pérdida de empleo

ELA ha venido denunciando la falta de un proyecto industrial sólido, y la falta de inversiones para garantizar el futuro de la planta.

 

Desde la dirección de la empresa, además de impulsar la progresiva pérdida de empleo, se han congelado los salarios de los y las trabajadoras. En este contexto de sufrimiento y de inquietud legítima por parte de la plantilla sobre su futuro laboral, la coyuntura generada por la Covid-19 favorece las posiciones de la empresa a la hora de precarizar las condiciones laborales.

 

La mayoría del Comité ha refrendado un acuerdo con 5 años de vigencia desde 2020 al 2024, que el 8 de junio será votado en asamblea por parte de la plantilla.

 

ELA ha tenido conocimiento de que en el citado acuerdo se recoge la inclusión de una nueva categoría que supone que las nuevas contrataciones cobren un salario menor. Se producen dos posibilidades:

 

  • Un salario de entrada de 28.000 euros, que aumenta en los dos siguientes años.

  • O un salario de entrada de 26.000 euros, que también se incrementará en los próximos años, si la contratación es de al menos 6 meses y condicionado a proyectos nuevos que generen empleo para más de 60 contratos entre todos los colectivos.

 

Ante esta situación ELA quiere señalar lo siguiente:

  • Denunciar la actitud de TRW, una actitud que no responde a las necesidades de sus trabajadores y trabajadoras, que necesitan una apuesta industrial seria, no basada en la precariedad y en la pérdida de empleo.

  • La inclusión de una nueva categoría, solo va a aportar discriminación, y no supone ni una mayor carga de trabajo, ni inversiones. Supone además un chantaje a los empleados actuales, a quienes se busca hacer cómplices de la pérdida de derechos de las posibles contrataciones futuras, rompiendo a su vez, la unidad y solidaridad que tan necesarias serán en la plantilla de TRW, de cara a los desafíos que habrá que abordar en el futuro.

  • Las empresas utilizan el chantaje para responsabilizar a los y las trabajadoras de posibles cierres, cuando el futuro de la planta depende en exclusiva de decisiones empresariales. Ante esta enorme presión, los delegados de ELA también firmaron el preacuerdo. ELA no comparte dicha firma, aunque entiende la presión que han sufrido nuestros delegados.

 

Por todo ello, ELA hace un llamamiento a votar no a este preacuerdo.