ELA subraya, tras la sentencia contra el euskara, que una nueva ley es imprescindible en Navarra

02/10/2019
ELA presentó una propuesta concreta de Ley del Euskara en la anterior legislatura y fue el único sindicato que en 2017 apoyó el decreto ahora anulado; el Gobierno debe recurrir.

ELA rechaza rotundamente la sentencia del TSJN que anula varios artículos del Decreto Foral del euskera de 2017, y que responde a un recurso de UGT defendido por el ex secretario general del PSN, formación que hoy dirige el Gobierno de Navarra. Dicha sentencia demuestra que una nueva Ley del Euskara que sustituya a la de 1986 es imprescindible, tal y como defendió ELA durante la pasada legislatura. Solo un nuevo texto con rango de ley foral que elimine la zonificación podrá garantizar los derechos de las personas vascoparlantes, algo que ahora es evidente pero que no bastó para que el cuatripartito (2015-2019) impulsara con convicción una nueva Ley del Euskara.

Cabe recordar que ELA presentó una propuesta de ley concreta, defendida en el Parlamento (junio de 2018), pero argumentos como la cercanía de las elecciones o la falta inicial de mayorías bastaron para descartar esa vía, hoy -demasiado tarde- reconocida como la única eficaz: una oportunidad perdida.

El decreto ahora parcialmente anulado solo recibió el apoyo de una fuerza sindical: ELA. Reconociendo que se quedaba muy corto, ELA lo apoyó, con la convicción de que la crítica situación legal del euskera en Navarra precisa de avances, por pequeños que sean, cada vez que haya una oportunidad de ir hacia adelante. Nadie más lo vio entonces así, por mucho que ahora se critique la sentencia del TSJN.

Especialmente grave es la posición del actual Gobierno de Navarra, cuyos principales cargos (varios consejeros y el portavoz parlamentario del PSN) acudieron con entusiasmo a la manifestación contra el euskera convocada por la extrema derecha en junio de 2018. ELA denuncia, en este sentido, que el acuerdo programático que hace unos meses firmaron Geroa Bai, Podemos e I-E señala expresamente que se mantendrá la Ley del Euskara de 1986 (se cierra el camino a un nuevo texto), y además asumirían las sentencias sobre recursos pendientes (como ésta del TSJN). En todo caso, el Gobierno de Navarra debe recurrir esta sentencia del TSJN.

En definitiva, ELA llama a reactivar la movilización y el esfuerzo político y pedagógico para defender el euskera y los derechos de las personas vascoparlantes, misión de todos los agentes sociales, políticos y sindicales que históricamente han asumido esta tarea, porque ha quedado claro -incluso para quien no lo tenía- que el PSN y sus aliados sindicales (UGT, CCOO y Afapna) están donde siempre: considerando el euskera como una lengua menor, confinada a la zona vascófona y a ser posible reducida al ámbito familiar, sin presencia pública ni prestigio social. Es hora de reaccionar.