La reactivación del Consejo de Diálogo Social solo beneficia a la patronal, UGT y CCOO

30/10/2019
Según ELA, el nuevo Gobierno quiere volver a la política de empleo de Sanz y Barcina, que destinaron decenas de millones de euros a financiar sueldos y gastos de estas tres organizaciones.Era un modelo similar al que propició los escándalos de Bankia o de los ERE de Andalucía.

El Gobierno de Navarra ha convocado para mañana, 31 de octubre, la permanente del Consejo de Diálogo Social, y pretende volver a la fórmula de los planes de empleo. Esta es la primera medida para revivir un modelo de gestión y de políticas de empleo que solo responde al beneficio de quienes participan en él. Para el resto de la sociedad y para la clase trabajadora son políticas fracasadas e ineficaces para solucionar sus problemas. Cabe recordar que en tiempos de Sanz y Barcina, tal y como confirmó Comptos, se hizo un uso muy irregular de dinero público, con financiación directa de decenas de salarios y de gastos comunes de estas tres organizaciones. Era un modelo similar al que propició los escándalos de Bankia o de los ERE de Andalucía.

Este Consejo se diseñó estando Barcina en el Gobierno, y desde entonces no ha cambiado ni una coma su regulación. Este Consejo fue aprobado con los votos a favor de UPN y PSN y los votos en contra de Bildu, Aralar-Nabai, PPN, I-E y no adscritos. No es fácil entender cómo ahora se está a favor de una iniciativa que en su momento se votó en contra cuando esta Ley Foral no ha cambiado nada y ni siquiera se ha hecho una lectura crítica de su historia. Es una actitud totalmente hipócrita intentar hacer tabula rasa con el diálogo social y argumentar que tan solo es una mesa en la que negociar.

El diálogo social es una mala noticia para la clase trabajadora. Nunca ha servido para solucionar sus problemas. Además manda un mensaje equivocado a la clase trabajadora diciendo que sus problemas se solucionarán a la vez que se benefician los intereses de la patronal, cuando los intereses de la patronal son los opuestos. Las condiciones de trabajo se mejoran organizándose y peleando.

Es una cuestión de modelo. ELA no quiere ni necesita participar en este clamoroso fraude a la clase trabajadora, el problema no es la exclusión de algunos sindicatos. La diferencia se sitúa entre un modelo sindical como el de ELA, basado en la afiliación y los fondos propios, y el modelo de UGT y CCOO, dependiente de las subvenciones que le otorgue el Gobierno de turno.

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