“Hoy es Tubacex, pero mañana puede ser cualquier otra empresa”

08/04/2021
La plantilla de Tubacex tomará las calles de Bilbao este domingo, 11 de abril, cuando se cumplen dos meses de la huelga en contra del ERE que afectará a 129 empleados. “La gente está demostrando mucha entereza y solidaridad, y seguimos con las fuerzas intactas”, asegura Edu Ibernia, representante de ELA -sindicato mayoritario en Tubacex- y presidente del comité de empresa. La manifestación partirá a las 11:30 desde Sagrado Corazón.

Tubacex ya ha presentado los nombres y apellidos de los 95 compañeros y compañeras que serán despedidos si se lleva a cabo el ERE.

Esos despidos serán los más traumáticos, pero si sumamos las prejubilaciones y las 22 bajas voluntarias, en total son 129 las personas que saldrían con el ERE. Además, durante el 2020 salieron alrededor de 150 eventuales, muchos de ellos con más de cuatro o cinco años en la fábrica, y el personal vía contratas también se ha reducido. Por tanto, son muchos más.

La dirección argumenta que la crisis en el sector es anterior a la pandemia, y no como defiende ELA, una crisis coyuntural.

Es falso. Hasta el 2019 la dirección de Tubacex ha lanzado mensajes positivos, diciendo que se estaban haciendo las cosas bien. A partir de entonces es cuando comienzan a dar resultados negativos, y sobre todo a raíz de la pandemia. 

Pero, en el 2019 Tubacex obtuvo beneficios de 6 millones de euros.

A nivel de grupo, sí. En las plantas de aquí, en TTI dieron resultados negativos y en Acería hubo beneficios. Pero con el maquillaje financiero pueden distribuir las pérdidas y ganancias como quieran. Por eso, lo importante es que el grupo sí obtuvo beneficios. Nosotros vemos una crisis coyuntural que quieren aprovechar para aplicar medidas estructurales.

Además de los enfrentamientos con la Ertzaintza en las protestas, también habéis denunciado cacheos antes de las reuniones con la dirección. 

La actitud de los ertzainas ante los piquetes nos parece desproporcionada, y otro ejemplo de ello han sido los cacheos a los que nos han sometido cuando convocados por la dirección hemos tenido que asistir a un hotel para negociar el ERE y el ERTE. Antes de entrar en el hotel, nos obligaron a abrir mochilas y fuimos prácticamente cacheados. En la segunda reunión nos negamos a que nos volvieran a cachear, y obligamos a los representantes de la empresa a que bajaran para que nos identificaran.

¿Cómo se siente un representante sindical en ese momento?

Con mucha impotencia. Tienes la sensación de que te están tratando como a un delincuente. Porque, cuando asistes a una reunión con la dirección en representación de la plantilla, entendemos que todos somos iguales. Pero, no es así: a la dirección no se le cachea, y no se les trata igual.  

Ante estos sucesos, ¿cómo se recibe la petición de la consejera Arantxa Tapia para negociar “civilizadamente”?

Estaría bien que estuviese en las negociación para que viese quién es el más civilizado. La dirección dice que somos nosotros, los sindicatos, los que no queremos negociar, pero la realidad es bien distinta. Nosotros proponemos, pero cuando la dirección no escucha lo que no quiere escuchar, para ellos eso ya no es negociar.

¿Cómo se valora en general la actuación del Gobierno Vasco?

Está siendo muy pobre, se limita a contentar a las dos partes. El Gobierno Vasco tiene que tomar cartas en el asunto, y debe impedir que se produzcan más despidos y, por lo tanto, menos riqueza para el país. Porque hoy es Tubacex, pero mañana puede ser cualquier otra empresa.

Más aún teniendo en cuenta la crítica situación económica de vuestra zona, Aiaraldea.

Esto afecta a toda la comarca. Todo esto es consecuencia de la actitud prepotente de la empresa, del Gobierno Vasco que no toma cartas en el asunto, y de la reforma laboral que permite presentar un ERE sin exigir un informe de la inspección que sea vinculante.

La gente de Aiaraldea se ha volcado con vosotros, y los apoyos han llegado desde toda Euskal Herria.

Estamos sorprendidos y agradecidos. Daba la sensación de que se estaba perdiendo ese espíritu solidario. No es así. La sociedad y la comarca se han visto reflejadas en Tubacex y las muestras de solidaridad son de agradecer. Ahora esperamos también que toda la plantilla de Tubacex tome ejemplo de esta actitud.

El domingo volveréis a manifestaros en Bilbao.

Nosotros vamos a liderar la manifestación como Tubacex, pero el llamamiento es para toda la comarca y todo el país. Porque hoy es Tubacex, pero mañana puede ser cualquier otra empresa. Queremos que sea un acto de solidaridad y de unión de la clase trabajadora.