ENTREVISTA A MITXEL LAKUNTZA
“Los hechos demuestran que el contrapoder que desarrolla ELA es indispensable para mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora”

- Hemos comenzado un nuevo curso. ¿Qué retos afronta ELA en los próximos meses?
Principalmente tres; defender los salarios, defender los servicios públicos y trabajar la convocatoria de la huelga general feminista del 30 de noviembre. El sindicato ha situado durante los últimos años la prioridad de terminar con la precariedad y combatirla con un trabajo específico en los centros de trabajo. Ahora, a ese reto se suma la carestía de la vida, algo que sufre especialmente la clase trabajadora. Por eso, la reivindicación mínima del IPC en los convenios cobra tanto sentido. Por otro lado, los servicios públicos son la base de una sociedad más justa, más igualitaria y garantizan una atención educativa, sanitaria, etcétera, independientemente de la renta de cada persona.
- ¿Qué previsiones hay para la huelga general feminista que sindicatos y organizaciones sociales convocáis para el día 30 de noviembre?
Lo que espero y por lo que estamos ya trabajando es para que el 30 de noviembre el mayor número de personas trabajadoras de Hego Euskal Herria paren y salgan a la calle a defender un sistema de cuidados corresponsable, público, gratuito, universal y de calidad. La huelga del 30N quiere reivindicar la importancia social y política de los cuidados. Es una cuestión central en las vidas de la mayoría de las personas, nos afecta a todas y todos; por eso, esos trabajos se tienen que reconocer y se tienen que repartir de otra manera. Hoy la realidad es que esos trabajos recaen principalmente en las mujeres. Muchas de ellas son mujeres racializadas, con condiciones laborales muy precarias: sueldos bajos, temporalidad altísima, contratos parciales y con muchos problemas de salud laboral.
- ¿Qué puede aportar el sindicalismo a esta huelga?
Creo que es importante contextualizar esta huelga, porque solo se entiende desde el impulso del movimiento feminista de Euskal Herria y gracias a las alianzas que sostienen una lucha constante contra la discriminación y la brecha existente entre mujeres y hombres. Ahora la huelga plantea un paso más, con objetivos concretos. Hay que poner fin a los efectos de un sistema de cuidados mayoritariamente privatizado a través de la subcontratación: se priorizan los beneficios empresariales frente al cuidado de las personas. Es el resultado de las políticas de los Gobiernos de Iruña y Gasteiz, que han hecho una clara apuesta por ese sistema. Por todo esto, esta huelga quiere y necesita implicar a toda la sociedad; nos atañe a todos y todas. Tenemos que conseguir que la huelga del 30 de noviembre suponga un impulso en la tarea de cambiar este sistema de cuidados.
- ¿Qué situación económica prevé ELA en el corto y medio plazo?
La economía se está ralentizando y la previsión es que en los próximos meses la tendencia sea negativa. Esta realidad se está trasladando con más fuerza en la industria. Es el sector servicios y la demanda de los hogares lo que están sosteniendo el crecimiento del PIB. Las decisiones políticas para intentar controlar la inflación, además de un fracaso, son un auténtico despropósito. Los alimentos han subido un 25% en dos años, el IPC vuelve a repuntar y a finales de año nos situaremos por encima del 4%. Todo esto sucede en una coyuntura de récord de beneficios de las empresas y la banca. Los análisis (del FMI, del Banco Mundial, del Observatorio de Márgenes Empresariales…) indican que la inflación se debe fundamentalmente a un aumento de los beneficios empresariales y a la actividad especulativa. En vez de tomar medidas contra esos beneficios desmedidos y la especulación, siguen aplicando políticas de empobrecimiento de la clase trabajadora, como la subida de tipos de interés.
- Es una receta usual contra la inflación...
Las declaraciones de Christine Lagarde son un auténtico disparate. Afirma que el bajo desempleo es un problema porque ha situado a la clase trabajadora en una posición más fuerte para recuperar las pérdidas salariales. Lo que plantea es una barbaridad: subir los tipos de interés para aumentar el desempleo, y de esta manera, reducir el poder de negociación de los sindicatos para que los salarios crezcan menos. Buscan empeorar deliberadamente las condiciones laborales para seguir beneficiando a las empresas. Cuando denunciamos que el poder político está al servicio del poder económico hablamos de todo esto.
- ¿Qué influencia tiene esto en la renovación de convenios?
Con una inflación muy alta, las patronales saben que no negociando y dejando pasar el tiempo logran una devaluación salarial. A pesar de ello, ELA ha conseguido avances importantes. En Araba, Bizkaia y Gipuzkoa (Nafarroa no ofrece datos) durante el primer semestre se han actualizado los convenios de más del 56% de las trabajadoras y trabajadores (muy por encima de otros años), y gracias al importante número de huelgas se ha conseguido incrementar los salarios sin perder poder adquisitivo. La estadística también confirma que ELA es es sindicato que más convenios firma, pero además los que tienen mejores condiciones. En cuanto a la media de los incrementos salariales de 2023, se sitúa en el 4,93% en la CAPV (en Gipuzkoa, donde más convenios ha firmado ELA, alcanza el 5,78%), una realidad que contrasta con la subida del 2,5% en las administraciones públicas. Cuando los empleadores son los gobiernos la subida salarial es menor.
- Aun así, un 40% de los y las asalariadas siguen sin actualizar su convenio…
La mayoría de esos convenios se dan en sectores feminizados: comercio, limpiezas, residencias, intervención social... Una de los principales tareas de ELA es hacer frente a la discriminación de género en esos sectores. Hemos conseguido victorias importantes este año como en las residencias de Bizkaia, en hostelería de Gipuzkoa o el comercio textil en este mismo territorio. Cada victoria que logramos tiene mucha importancia porque demuestra que es posible, suponen un revulsivo. Esto demuestra que el contrapoder que desarrolla ELA es indispensable para mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora.
- En todo caso, a ELA le acusan de convocar huelgas en el sector público con una intención electoralista…
Sí. La primera reacción del Gobierno Vasco ha sido afirmar que no está justificada. Vamos a ver, la temporalidad en el sector público (Gobierno Vasco, diputaciones, ayuntamientos..) es de más del 49%, se ha perdido un 20% de poder adquisitivo en la última década y en la mayoría de los sectores llevan más de 10 años sin renovar convenios.
¿De verdad que la huelga no está justificada? ¿Qué más hace falta? El problema es que el Gobierno no tiene voluntad de negociación. Cuando la patronal son ellos las subidas salariales son menores y la eventualidad, mayor. En el sector privado, sin embargo, hemos cerrado decenas de acuerdos con el IPC como mínimo. Lo que queda claro es que la huelga y la movilización son lo único que pueden promover el diálogo, la negociación y el acuerdo.
- LAB ha decidido no respaldar la convocatoria del 24 de octubre en la enseñanza pública...
LAB tiene un acuerdo con el Gobierno Vasco, firmado en minoría dentro del sector educativo. Además, es muy inconcreto y en lo poco que concreta da por buena pérdidas de derechos. ¿Qué explicación tiene esto? Es un acuerdo para dar respaldo sindical al acuerdo de EH Bildu con PNV y PSE en torno al pacto educativo. Si EH Bildu no tuviese un acuerdo con estos dos partidos, con toda probabilidad LAB estaría en la huelga, como el resto de sectores. Por eso es tan importante para ELA la autonomía del sindicato, para que nada se ponga por delante de los intereses de los y las trabajadoras.
- ¿Por cierto, qué ha pasado con la Ley de Educación? Da la sensación de que PNV, PSE y EH Bildu hacen interpretaciones diferentes sobre lo que han acordado.
Si, porque la ambigüedad del texto lo permite. ELA lleva meses denunciando que todos los borradores de la Ley de Educación que el Gobierno Vasco ha hecho públicos se limitan a recoger generalidades que perpetúan el núcleo del sistema educativo actual. El debate sobre los modelos lingüísticos lo demuestra. Todos los partidos se han negado a generalizar el modelo lingüístico que permite conocer las dos lenguas oficiales, es decir, a implantar el modelo de inmersión en euskera. El PSE-EE incluso defiende el derecho a no conocer el euskera, mientras que acepta la imposición generalizada del castellano. Esta Ley de Educación no va a permitir que el alumnado sea bilingües, no va a permitir desarrollar un currículo acordado en Euskal Herria, no va a permitir una transición hacia una escuela pública-soberana y no va a impedir la mercantilización del sistema educativo. Hemos pedido a los partidos que no la aprueben y nos vamos a movilizar para ello.
- Ahora que citas a partidos políticos, el lehendakari ha situado tras el verano a ELA en el centro de sus críticas; ha acusado a ELA de construir un malestar social artificial y de presionar al Gobierno mediante una pinza con EH Bildu con fines políticos...
Ninguna de las dos es cierta. Ni el malestar social es artificial, ni existe ninguna pinza. Que el lehendakari se acuerde tanto de ELA evidencia que la única oposición real en este país es social y sindical. Y ELA en esa tarea es, sin duda, un actor principal. EH Bildu ha dicho públicamente que no se reconoce en el contrapoder y que no son precisamente las labores de oposición las que caracterizan su acción política, sino los acuerdos con el gobierno PNV-PSE (en una lógica muy parecida a lo que también pasa en Navarra). Por lo tanto, lo de la pinza no tiene ninguna consistencia.
Urkullu dice que construimos un malestar social artificial. El malestar social es muy real, pero no porque lo diga ELA, sino porque las propias encuestas que se realizan dejan claro que las preocupaciones de la gente tienen que ver con el deterioro de servicios públicos como Osakidetza, el incremento de los precios, la situación de la vivienda y las hipotecas… El Lehendakari utiliza a ELA para desviar la atención y no asumir su responsabilidad en ese malestar social. No le molestan los problemas sociales, sino la gente y las organizaciones que los combaten.
- Son acusaciones serias…
El Lehendakari está totalmente desconectado de la realidad, a la que hay dos maneras de acercarse: escuchar y atender las preocupaciones de la gente corriente desde una mínima sensibilidad social, o bien rodearse solo de personas del mundo económico, patronal… Y cuando pasas tanto tiempo con esta gente acabas viendo el país y la sociedad como la ven ellos. Una realidad distorsionada, que nada tiene que ver con lo que padece la gente corriente.
- Urkullu también se ha preguntado cómo es posible que en el territorio con salarios más altos se hagan el 56% de las huelgas de todo el Estado…
En la propia pregunta tiene la respuesta. Hay una relación directa entre las huelgas y mejores condiciones laborales. Cualquiera que haya negociado alguna vez un convenio sabe que lo que el sindicato plantea es diálogo, negociación y acuerdo... Pero ¿qué pasa cuando las patronales o las direcciones de las empresas no quieren ni hablar ni negociar en serio? ¿Cuál es la alternativa? ¿Irnos a casa? ¿Firmar malos convenios? Pues evidentemente, no. ELA no está para eso.
Lo que nos permite lograr mejoras en los convenios es la capacidad de hacer huelga. Eso lo cambia todo. Los salarios no suben gracias al lehendakari, suben por la lucha sindical y la huelga. Por cierto, ¿alguien se imagina al lehendakari apoyando una huelga en un piquete o diciendo a las empresas que han ganado mucho y hay que repartir? Es lo que ha hecho Biden presentándose en un piquete de la huelga de la automoción. Biden no es un político de izquierdas, gobierna uno de los países más capitalistas del mundo; aun así, es capaz de reconocer que la huelga forma parte de la democracia. Es impensable imaginar a Urkullu admitiendo y reconociendo algo parecido.
- En Navarra este verano se ha conformado un nuevo gobierno progresista, sin UPN en el Gobierno desde 2015...
A ELA le corresponde sobre todo distinguir si las políticas cambian o no. Lo digo porque el debate político no puede centrarse solamente en quién logra ser presidenta, en el reparto de consejerías o en quién se queda fuera. Más allá de las declaraciones públicas, y de la política del simbolismo, la política de verdad es la que modifica leyes y acaba trasladándose al Boletín Oficial. PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin han acordado un acuerdo programático y, con la abstención de EH Bildu, María Chivíte ha sido investida por segunda vez consecutiva. La primera acción de ese Gobierno es la que queda retratada en el acuerdo programático que han firmado los tres partidos del Gobierno.
- ¿Y no tiene avances?
Ese acuerdo es muy decepcionante. No hay compromisos para una mejor redistribución de la riqueza ni una apuesta por mejorar de verdad los servicios públicos. Es un acuerdo que no toca los privilegios de los poderes económicos; no quieren molestar a quien más tiene. En lugar de acordar una reforma fiscal para aumentar la recaudación y hacerla más justa, optan por mantener la fiscalidad heredada de los tiempos de Barcina. Esto ya da la medida del alcance real del cambio. Por otro lado, incluso hay retrocesos en cuestiones como el mal llamado diálogo social: van a financiar con 700 millones los planes de empleo que gestionarán CEN, UGT y CCOO. Algo que ya dábamos por superado.
Tampoco tenemos motivos para la celebración cuando analizamos la falta de compromisos con el euskera…
¿La ausencia de UPN no supone de por sí un balón de oxígeno para el euskera?
Este acuerdo programático mantiene la Ley del Euskera de 1986 como una norma de consenso, lo que supone en la práctica que en esta legislatura no se va a acabar con la zonificacion (se mantiene a una parte importante de Navarra en la llamada zona no vascófona). Ni siquiera se pretende avanzar gradualmente en la superación de la zonificación y, entre otras cuestiones, sigue dando un trato preferente a idiomas extranjeros como el alemán en una parte de Navarra. De los 11 puntos de acuerdo sobre el euskera que había en el acuerdo de 2019, han pasado ahora a 8 puntos. Uno de los acuerdos que ha desaparecido es la elaboración del II Plan Estratégico del Euskera. En fin... Chivite ha conseguido por segunda vez la presidencia del Gobierno gracias a los votos y la abstención de Geroa Bai y EH Bildu. Sin embargo, sigue sin mover un dedo para terminar con la zonificación. ¿Qué reflexión merece todo eso en estos dos partidos? Cuando decimos que echamos en falta más tensión en la política navarra, hablamos de este tipo de ejemplos.
- ¿Cómo ves el contexto en el Estado español?
Desde una perspectiva social y democrática es una buena noticia que PP y Vox estén lo más lejos posible de las instituciones. Aún no sabemos si Sánchez logrará el respaldo suficiente para la investidura o si habrá una nueva convocatoria de elecciones.
En todo caso, si Sánchez forma gobierno hay que tener en cuenta que la correlación de fuerzas ha variado. Hay dos cambios importantes: por un lado, Sumar no es Podemos, y por el otro, PNV y Junts son necesarios para aprobar cualquier ley. El Congreso ha girado a la derecha. Habrá que ver cómo influye esto en la cuestión nacional, pero esa nueva correlación de fuerzas será un obstáculo en el ámbito social y laboral para sacar adelante hasta las medidas más modestas. Y ello es más evidente a la vista de lo que en en esta pasada legislatura quedó por hacer (reforma laboral) y cómo se hizo lo que se hizo (pensiones)... Por tanto, aunque PP y Vox estén fuera del gobierno eso no quiere decir que se puedan prever pasos importantes de ese hipotético nuevo gobierno.
- Y en la cuestión nacional ¿puede haber avances?
Es cierto que los partidos catalanes han situado la autodeterminación y la amnistía en la agenda política. Por supuesto, ELA comparte esas reivindicaciones. Pero otra cosa será hasta dónde quiera llegar el Gobierno de Sánchez. No sabemos hasta qué punto llegará el debate; si se aprueba la amnistía sería una buena noticia. Tal como hemos solido decir con frecuencia, el referendum del 1 de octubre fue una iniciativa política, y la respuesta del Estado, mediante la represión policial y judicial, fue totalmente inaceptable.
Por otra parte, en lo que respecta al derecho a decidir, tenemos claro que para que se den pasos sustanciales en este país no existe la activación social necesaria. Se habla de reconocer las naciones existentes en el Estado, pero además del hipotético reconocimiento simbólico hay que recordar cuál es la verdadera situación en la actualidad. En los últimos años en la CAPV y en Nafarroa el Estado ha profundizado sin cesar en la erosión del autogobierno. La denuncia de esa erosión debería ser el punto de partida. Sin embargo, Urkullu reivindica la bilateralidad con los estados; es una broma. ELA ha reclamado más de una vez a los partidos vascos que defiendan materias relacionadas con el autogobierno. ¿Qué supone eso en la política cotidiana? La eliminación de las reglas de gasto de los presupuestos, la ley de euskara, un ámbito laboral vasco propio o las reivindicaciones ligadas a la huelga del sector público que se han venido socializando en las últimas semanas (condiciones de trabajo de las personas en el sector público). Sea cual sea el contexto ELA defenderá esas reivindicaciones.