Comunicado del Comité Ejecutivo de ELA sobre el referéndum del 20-F
En su reunión de hoy, lunes, el Comité Ejecutivo ha analizado los resultados del referéndum celebrado ayer sobre el Tratado para la Constitución europea. La primera conclusión que se desprende de ese análisis es el importante porcentaje alcanzado por el voto negativo en Hego Euskal Herria en este referéndum, así como una abstención que supera el promedio del Estado; ha quedado constancia de que un sector de la sociedad mantiene una posición abiertamente crítica con el modelo de construcción europea en vigor.
Esta posición crítica debe ser valorada teniendo en cuenta que los partidos políticos mayoritarios, por encima de sus diferencias en otras cuestiones, han apoyado el sí; que los espacios gratuitos de propaganda han estado prácticamente monopolizados por las fuerzas partidarias del voto favorable, que la información institucional, trasgrediendo la norma de neutralidad exigible, ha sustituido información por propaganda, y que las organizaciones y movimientos sociales, en su mayoría partidarios del no, han estado prácticamente excluidos del acceso a los medios de comunicación.
A este respecto, el Comité Ejecutivo quiere reconocer la labor de la militancia de ELA que, empresa a empresa, pueblo a pueblo, calle a calle, ha hecho un gran trabajo de información y propaganda por el no. Una parte del voto crítico hacia el Tratado se ha cosechado, sin duda, gracias a esa labor.
En Hego Euskal Herria, el Tratado ha obtenido un respaldo inferior al 25% del censo electoral. Los votos afirmativos han sido, en efecto, mayoritarios en relación con el total, pero las fuerzas y entidades que han promovido el referéndum no pueden sentirse especialmente satisfechas ni legitimadas. Hay que subrayar, por otra parte, la incoherencia de quienes no ponen en cuestión un resultado tan pobre para ratificar un tratado europeo que consideran esencial, pero exigirían -si a pesar de todos sus esfuerzos llegara el caso- condiciones de muy difícil cumplimiento para tomar decisiones sobre nuestro marco político como pueblo.
El significativo porcentaje de voto negativo no puede hacernos olvidar las malas condiciones en que las fuerzas partidarias del no hemos abordado esta campaña, sin capacidad de establecer una base mínima de trabajo en común entre fuerzas progresistas y autodeterministas, ni de llevar a cabo una campaña unitaria.
Para ELA es insoslayable que se analicen las causas de esta situación y se establezcan dinámicas que conduzcan a un trabajo en común. Porque este referéndum, celebrado en circunstancias adversas, revela una base social muy significativa, crítica y dispuesta al compromiso. Es la base social con la que, sobre acuerdos mínimos que permitan aunar y articular voluntades, tenemos que empezar a trabajar las fuerzas que aspiramos a una Euskal Herria distinta en una Unión Europea distinta.