ENVISER
Cuando el árbol no deja ver el bosque (de la precariedad)

La plantilla de Enviser, subcontrata del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz para el mantenimiento de parques, jardines y el anillo verde, se encuentra en huelga indefinida desde el 26 de marzo. Hartos de la precariedad laboral –la plantilla actualmente se rige por un convenio estatal con salarios que rozan el SMI y jornadas eternas–, ha decidido decir basta y luchar por un convenio de empresa.
Andoni Castro, responsable de Zerbitzuak en Gasteiz, denuncia que la plantilla lleva más de un año reivindicando iniciar conversaciones para lograr un convenio colectivo propio, cosa que, hasta ahora, ha sido imposible. “Por ello, –añade– no nos han dejado otra opción que convocar huelga indefinida, porque no estamos dispuestos a seguir bajo un convenio estatal con salarios de miseria”.
Las y los trabajadores de Enviser –ELA tiene 3 de los 5 delegados y delegadas del Comité de Empresa– están realizando numerosas movilizaciones para socializar su situación. En este contexto, están contentos con el apoyo recibido por parte de la ciudadanía. Sin embargo, tal y como denuncia Andoni Castro, estamos ante una conflicto en que tienen que lidiar con múltiples factores e intereses en contra: empresa, Ayuntamiento e, incluso, Gobierno Vasco.
“A día de hoy, la empresa no ha mostrado voluntad real de llegar a un acuerdo. En las reuniones mantenidas la propuesta ha sido una subida de un 3% anual, alrededor de 43 euros brutos al mes. Además, se escuda en que su única posibilidad de mejora de los salarios es aplicarla al finalizar el contrato que mantiene con el Ayuntamiento, es decir, en enero de 2028. No podemos olvidar que hablamos de salarios que apenas superan el SMI”.
Castro denuncia que el Ayuntamiento tampoco está haciendo mucho en pos de lograr un acuerdo. “El gobierno municipal tardó 42 días en recibir al comité de huelga y solo lo hizo tras ser solicitado por la plantilla en Pleno Municipal. Y las pocas veces que hemos estado su respuesta ha sido que poco pueden hacer para solucionar un problema que han provocado sus propias políticas de privatización y subcontratación. Tenemos la sensación que la propia empresa tiene más poder que el Ayuntamiento”.
Pero, además de Enviser y el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, el propio Gobierno Vasco se ha involucrado de un modo u otro en el conflicto: el 16 de junio decretó unos servicios mínimos que, en opinión de Andoni Castro, están injustificados.
“Creemos que esos servicios mínimos no están justificados, y, además, creemos que vulneran el derecho de las trabajadoras y trabajadores a la huelga. Justifican su decisión con informes sobre riesgos de incendios o incidencias en el tráfico. Conviene recordar que no se trata de un servicio esencial y que en huelgas similares en servicios de mantenimiento de parques y jardines, el propio Gobierno Vasco nunca ha impuesto servicios mínimos. Hablamos incluso de en casos de conflictos más largos que el actual de Gasteiz. Y, por cierto, no deja de ser curioso que ahora se considere esencial un trabajo castigado con condiciones de trabajo muy precarias”.
Por ello, Castro considera que estamos ante una estrategia conjunta del Ayuntamiento, la empresa y el propio Gobierno Vasco para intentar acabar con la huelga por la fuerza, en lugar de facilitar la búsqueda de un acuerdo.
Impacto visible
Sin embargo, pese a todas las dificultades, Andoni Castro está convencido de que las y los trabajadores de Enviser lograrán su objetivo: un convenio colectivo propio que garantice condiciones laborales dignas y salarios suficientes.
“No hay más que dar un paseo por Vitoria-Gasteiz para darse cuenta de que la huelga está teniendo un evidente impacto. Por mucho que intenten tapar la realidad amplias zonas verdes de Gasteiz están en un estado silvestre. La plantilla está fuerte, animada y cohesionada. Estoy convencido que con la lucha de la plantilla y la movilización ciudadana conseguiremos presionar a los responsables del conflicto para que encuentren una solución”.