El 19 de septiembre, manifestación en Bilbao en defensa de unas residencias públicas, dignas y seguras

17/09/2020
ELA se suma a la manifestación convocada por Babestu y el Movimiento de Pensionistas de Bizkaia el próximo sábado, 19 de septiembre, a las 12 del mediodía, en Bilbao, en defensa de unas residencias de mayores públicas, dignas y seguras, al tiempo que hace un llamamiento al conjunto de la sociedad a participar en la misma.

ELA lleva tiempo denunciando la gravedad de la situación en el sector de los cuidados. Un sistema de cuidados donde prima el negocio, se precariza a las trabajadoras y no se garantiza una calidad asistencial digna. La crisis de cuidados viene de atrás y lo que ha hecho esta pandemia es sacarla a la luz y agravarla.

Fondos de inversión británicos, franceses o españoles tienen cada vez más peso en este vital sector. Fondos especuladores, muchos de ellos “buitres”, cuyos beneficios aumentan en la medida que disminuyen las plantillas, empeoran las condiciones laborales, se reduce el tiempo de atención personalizada o se hacina a las personas. La colaboración público-privada y Decretos de ratios son eufemismos que solo buscan aumentar los beneficios y precarizar las condiciones laborales de las trabajadoras escondiendo, entre otras,

  • Unas plantillas absolutamente insuficientes y unos ratios inhumanos que traen consigo unas cargas de trabajo que maltratan a las cuidadoras y no garantizan tiempos de atención suficientes.
  • La contratación a tiempo parcial, unas calendarios inhumanos, agendas saturadas o una disponibilidad total de 365 días y 24 horas diarias.
  • La falta de inversión en medios materiales y de medidas de protección que ponen en grave riesgo la salud tanto para las trabajadoras como de las personas usuarias...

ELA defiende un servicio público que colectivice los cuidados y cambie de raíz las condiciones laborales de miles de mujeres que cargan sobre sus espaldas esta función tan indispensable para el conjunto de la sociedad. Un servicio blindado frente a intereses capitalistas o partidistas, con personal público, que garantice el puesto de trabajo subrogando a las trabajadoras subcontratadas, con amplias plantillas y ratios suficientes para un cuidado cercano y afectuoso que respete a la persona.