ELA califica de mera política de imagen la “Nueva estrategia de Seguridad y Salud en el Trabajo para los años 2021-2026” elaborada por el Gobierno vasco

19/01/2022
ELA considera mera política de imagen y papel mojado la “Nueva estrategia de Seguridad y Salud en el Trabajo para los años 2021-2026” elaborada por el Gobierno vasco y presentada hoy por la Vicelehendakari segunda y Consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia. Y es que el documento no recoge mayor dotación de recursos, por ejemplo, para instituciones como Osalan o Inspección en aras de mejorar el servicio que actualmente dan. En concreto, a Osalan, el organismo público que supuestamente será el encargado de liderar y coordinar toda la estrategia, se le asigna una dotación presupuestaria de 16,7 millones de euros, es decir, el 0,1% del presupuesto total del Gobierno Vasco para el año 2022. Dato relevante y más que representativo de lo que le importa y preocupa la Seguridad y Salud Laborales al Gobierno Vasco.

Por ello, ELA exige al Gobierno Vasco de cara a su estrategia en salud laboral:

  • Aumentar el número de inspectores/as de trabajo hasta igualarlo con la media de la Unión Europea y dotarla de medios para hacer cumplir la legislación en materia de prevención.

  • Aumentar la plantilla de Osalan para asegurar una asesoría en materia de prevención adecuada y ayuda en la investigación de accidentes de trabajo o enfermedades profesionales como el Amianto.

  • La creación de una empresa pública en la CAPV dar servicio de prevenciòn a las empresas y tratar de desplazar a la empresas que se han mostrado incapaces de afrontar un reto como el COVID.

  • Un plan de inspección específico para trabajos en altura y con máquinas potencialemente peligrosas, dado que la mayoría de accidentes mortales se dan en esas circunstancias. Se debe asegurar la formación adecuada y los medios adecuados para trabajar en esas circunstancias.

  • Un plan para afrontar los riesgos psicosociales.

  • Exigir al Gobierno español la transferencia de los fondos provenientes de los beneficios de las Mutuas.

  • Aumentar la dotación presupuestaria para poder hacer frente a los retos anteriores. La salud laboral no puede suponer el 0,1% del presupuesto público, esa es la importancia que se le da desde el Gobierno Vasco.

  • Renunciar a utilizar los fondos públicos para financiar a delegados de prevención territoriales de UGT y CCOO, y utilizar este dinero para dotar mejor los servicios públicos.

 

Todo sigue igual
Según el Gobierno Vasco, su “nueva” estrategia vasca de seguridad y salud  tiene el objetivo principal el “preservar la salud de las personas trabajadoras y lograr que el trabajo sea una fuente de salud, mejorando las condiciones de trabajo y la calidad de la vida laboral de las población trabajadora de nuestra comunidad. Nueva, aunque el propio Gobierno Vasco afirma que no hay una ruptura con las líneas marcadas en las anteriores estrategias.
Para desarrollar esta estrategia y para mejorar las condiciones de seguridad y salud en el trabajo que, supuestamente, redunden en la mejora de la salud de la población trabajadora de Euskadi, el Gobierno Vasco apuesta fielmente por la Mesa de Diálogo Social de Euskadi como vía para alcanzar acuerdos y concertar las políticas públicas; así lo ha afirmado la Vicelehendakari segunda y Consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, en la jornada de presentación de la estrategia. Todas sabemos que en esta mesa la Patronal ordena y tanto el Gobierno Vasco como CCOO y UGT obedecen, teatralizando acuerdos que en realidad no son más que los deseos de la Patronal. Que el Gobierno Vasco instrumentalice esta mesa para obedecer a una Patronal reaccionaria que solamente mira por sus propios intereses haciendo más bien poco o nada para mejorar la seguridad y salud de la clase trabajadora, nos parece como poco, preocupante.
Durante largas páginas del documento de la Estrategia se habla de las características del mercado de trabajo, de la precaria situación de la Negociación Colectiva en Euskadi, de la especial vulnerabilidad de ciertos colectivos, de la necesidad de reforzar los servicios de prevención, de los daños para la salud y de la necesidad de una mayor colaboración entre Osalan e Inspección de Trabajo, además de mayor dotación de recursos para esta última, entre otras muchas cuestiones.  Algo que luego, sin embargo, no se concreta en la práctica.