ELA considera que la vacuna es fundamental para frenar el COVID-19 y exige suprimir sus patentes

08/01/2021
ELA reclama a los Gobiernos de Gasteiz e Iruña información sobre los planes de vacunación y que renuncien a la propaganda y el electoralismo.

ELA considera necesario garantizar el derecho de la población de todo el mundo a acceder a la vacuna de la COVID-19, y apoya la solicitud para suprimir las patentes sobre estas vacunas. Más de 100 países lo están solicitando, y es vergonzoso que sean los gobiernos de la Unión Europea y de otros países enriquecidos (como Estados Unidos) quienes se opongan. Hay que recordar que la mayor parte de la inversión para obtener esta vacuna ha sido pública y que, por tanto, el tratamiento para afrontar una pandemia devastadora debe ser un bien común. La salud es un derecho, y no se puede aceptar la lógica de favorecer el negocio privado a costa de la salud.

En relación a la campaña que se acaba de poner en marcha en Euskal Herria, dentro del plan de la Unión Europea, ELA considera que la vacunación es fundamental para hacer frente a la COVID-19. La vacunación generalizada, y en especial la de los colectivos de riesgo o del personal que está en contacto con ellos, reducirá notablemente los riesgos de contraer la enfermedad, así como las posibilidades de contagiar a otras personas.

Sobre la marcha de la campaña en las residencias, ELA considera lógico y positivo que ese sea un espacio prioritario de vacunación, tanto en lo que se refiere a las personas usuarias como a las trabajadoras. El sindicato destaca que la inmensa mayoría se está vacunando, a pesar de que -mientras la ley no se modifique- la vacunación no es obligatoria. ELA solicita a las administraciones competentes que regulen y clarifiquen este aspecto, teniendo en cuenta las indicaciones de la comunidad científica.

Por otro lado, ELA demanda que se traslade a toda la población, y a los colectivos concretos objeto de vacunación en particular, los planes existentes. No es de recibo que se hagan afirmaciones como las del lehendakari Urkullu en el sentido de que para el verano se habrá vacunado al 40% de la población sin ni siquiera saber cuántas vacunas se van a tener, o sin saber o comunicar cómo va a ser dicho proceso. Tampoco es aceptable que en ámbitos como la sanidad no se dé respuesta ni siquiera a las peticiones de reuniones que ELA ha realizado o que en reuniones con los sindicatos la Consejera de Sanidad se niegue a informar sobre los planes de vacunación.

ELA reclama información, seriedad y rigor en esta materia ante el riesgo cierto de que en esta cuestión primen la propaganda y el electoralismo en vez del derecho a la salud a la ciudadanía.