ELA denuncia ante Inspección de Trabajo a las empresas que gestionan el servicio de Ayuda a Domicilio de Bilbao por no dotar de material e información contra el Covid-19 a sus trabajadoras
Las trabajadoras del SAD de Bilbao llevan más de un mes realizando un trabajo que se considera esencial sin los más elementales medios de prevención. Durante este tiempo, la falta continuada de EPIs – mascarillas, gafas y pantallas protectoras, batas desechables, etc.- ha supuesto un enorme riesgo de contagio para las trabajadoras. Se ven obligadas a reutilizar una y otra vez mascarillas quirúrgicas, que tienen una vida útil de pocas horas, durante jornadas laborales enteras e, incluso, durante varios días, y con diferentes usuarios; no se les ha dotado de pantallas protectoras ni gafas para trabajar con las personas posiblemente contagiadas o con contagios confirmados, siendo imposible, normalmente, garantizar la distancia de seguridad; la práctica generalizada es no realizar desinfecciones en los domicilios de las personas que han padecido la enfermedad, etc.
Las empresas, además, no informan debidamente a las trabajadoras, mandándolas a cubrir servicios de compañeras que se han contagiado, sin saberlo: las trabajadoras acuden con los EPIS habituales a domicilios donde el riesgo de contagio es mayor y sin conocer que deben extremar las medidas de precaución.
En relación a los test diagnósticos, mientras que en otros sectores sociosanitarios su uso se está extendiendo, en el SAD de Bilbao no se están realizando, ni siquiera a aquellas trabajadoras que presentan síntomas de contagio. Ésta es una medida esencial para prevenir la propagación de la enfermedad, y en un servicio en el que una misma persona visita varios domicilios para atender a personas de colectivos de riesgo a diario y se ve obligada a usar transporte público para acudir a los mismos, es incomprensible. Desde ELA exigimos que de manera inmediata se realicen estos tests al conjunto del colectivo.
Como consecuencia de esta dejación de las empresas e instituciones, son varias decenas las trabajadoras del servicio que se han contagiado. Esto supone un enorme riesgo, tanto para ellas como para sus familiares y las propias personas usuarias, un colectivo de alto riesgo.
El servicio de ayuda a domicilio atiende a miles de personas dependientes en Bilbao, la mayoría de ellas de edades avanzadas. Es un sector que lleva más de 3 años en lucha y ha hecho más de 40 días de huelga en defensa de unas condiciones que han empeorado de manera ostensible durante la última década.
La respuesta de empresas e instituciones ha sido en este conflicto el mismo que durante la crisis sanitaria: invisibilizar al colectivo e ignorar sus reivindicaciones.