ELA denuncia que los gobiernos de los países desarrollados se niegan a tomar medidas contra el cambio climático

12/12/2012
En Doha (Qatar) acaba de terminar la COP18, la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Las últimas cumbres, desde Copenhague en 2009 en el que se debía firmar el acuerdo vinculante, no han hecho más que prolongar el proceso de negociación.

 

El Protocolo de Kyoto expira el 31 de diciembre de 2012, y ya debíamos tener cerrado el siguiente periodo de compromiso. Pero a un mes de alcanzar esta fecha, en la COP18 de Doha tampoco se ha logrado un acuerdo vinculante ambicioso, sino que se ha firmado la enésima prórroga, resumida en los siguientes puntos:

- El actual Protocolo de Kyoto se prorrogará 7 años, hasta el 2020, cuando entre en vigor el segundo periodo del Protocolo de Kyoto.

- Países con grandes emisiones que son parte en el actual Protocolo de Kyoto como Japón, Rusia y Canadá no han aceptado la prórroga, así que estos 7 años de compromiso solo afectarán al 15% de las emisiones mundiales.

- Los mecanismos de mercado para la compensación de emisiones, como el mercado de derechos de emisión, seguirán en vigor.

- Antes del 2014 los países deberán concretar los compromisos de emisión que adoptarán en el segundo periodo del Protocolo de Kyoto a partir de 2020, que entrará en vigor con 7 años de retraso.

- Los países más desarrollados siguen sin reconocer que son los mayores causantes del cambio climático y que tienen una responsabilidad para con los países en vías de desarrollo que son los más vulnerables a sufrir sus efectos. Quedan aplazadas hasta 2013 las negociaciones de los fondos de financiación a los países en vías de desarrollo para la mitigación de sus emisiones, para la adaptación a las consecuencias del cambio climático y para la transformación de su economía.

Teniendo en cuenta que ya en Cophenague en 2009 se tenían que concretar los compromisos de reducción de emisiones para el segundo periodo de Kyoto, que debía entrar en vigor en 2013, llevamos un retraso de siete años. Siete años en los que el cambio climático no espera, en el que la confirmación científica es cada vez más clara, y en el que los países y las personas más vulnerables están sufriendo sus consecuencias devastadoras: subida del nivel del mar, inundaciones, lluvias torrenciales, sequías, hambre, migraciones,... Pero parece que estas tragedias no importan a los países más desarrollados, ya que ni siquiera reconocen su responsabilidad.

Después de otro fracaso en la Cumbre del Cambio Climático de las Naciones Unidas, no podemos esperar a que la COP19, que se celebrará en Varsovia en 2013, vuelva a prorrogar la solución. ELA exige que de una vez se adopten medidas para unas reducciones de gases de efecto invernadero reales, sin trampas ni mecanismos de compensación, y que los países con mayor responsabilidad en el cambio climático financien en este proceso de mitigación y adaptación a los países más vulnerables.

ELA defiende que la única vía para salir de está crisis climática, ecológica económica y social es una transformación de la economía, desarrollando sectores no emisores de gases de efecto invernadero en el que se creen empleos más sostenibles. Es más necesario que nunca el cambio de modelo de producción, distribución y consumo actual, y que se haga con justicia social, de otro modo nunca saldremos de esta crisis.