ELA, en el FSM: "Sería un error fijarse solo en riders o taxistas como las únicas víctimas de la creciente precarización y el uso de falsos autónomos"

Elkoro mostró su preocupación por el auge de empresas que están creando un empleo totalmente precario, bajo fórmulas de contratación totalmente ilegales, que se presentan como meras intermediarias entre consumidor y prestador/a del servicios. “Contratan al personal bajo modalidades de autónomos cuando son falsos autónomos, con una flexibilidad bestial y con un control brutal por parte de la empresa”, denunció.

Existe un gran discusión sobre la relación que une a estas empresas con las personas que prestan el servicio, es decir, si se trata de autónomos o se trata de trabajadores/as amparadas por el Estatuto de los trabajadores. “Esta diferencia -explicó Elkoro- es sustancial porque se trata de la diferencia entre empleos con derechos o empleos sin ningún tipo de derechos y completamente desregulado”.

Aunque en estos momentos hay sentencias jurídicas que están considerando que se trata de trabajadores/as por cuenta ajena, Elkoro insiste en que “ no podemos rebajar la tensión frente a estas nuevas formas de empleo porque la patronal está presionando para lograr modificaciones legales y porque irán sofisticando su forma de funcionamiento para resolver las cuestiones que hoy llevan a concluir que es una relación laboral”.

Así las cosas, Elkoro resalta que el sindicato tiene que presionar en sentido contrario al que lo hacen las empresas. “Hay que reforzar la ley para proteger este tipo de empleo, de lo contrario en un plazo muy corto nos vamos a encontrar con empleos que escapan de los derechos y, sobre todo, de la negociación colectiva”, ha insistido.

Esta dirigente abordó también el peligro de estos empleos desde el punto de vista de la propia organización sindical. “Los sindicatos hemos consolidado nuestras estructuras en base a un tipo de empresa que poco a poco tiende a desaparecer, el de un centro de trabajo con un único empleador donde trabaja toda la plantilla”, ha explicado, para añadir, a continuación, que esta nueva fórmula de empleo altera totalmente el concepto espacio y tiempo. “Ya no tenemos a la plantilla en un espacio físico, no interactúan, probablemente ni se conocen; tampoco se trabaja dentro de un horario determinado. La flexibilidad es absoluta: trabaja cuando quieras y como quieras... y estas circunstancias hacen que nuestras formas habituales de organización no responden a los desafíos que tenemos”, afirmó con preocupación.

Finalmente, la secretaria general de los Servicios Privados, concluyó su intervención en el FSM, que cumple 20 años, asegurando que ELA es un sindicato muy pegado al suelo y a la realidad, por lo que “estamos en un momento crucial. Tenemos que innovar, tenemos que adaptar el sindicato y nuestras propuestas a las nuevas fórmulas de precariedad que se están configurando si queremos ser útiles a la clase trabajadora”, marcó como reto.