Las detenciones de Garmendia, López, Zabaleta y Dañobeitia pretenden tapar el conflicto social expresado en la movilización popular
Nuevamente, los poderes del Estado utilizan la llamada lucha antiterrorista para conjurar las oleadas de indignación y contestación que protagonizan ahora el movimiento de los pensionistas y el movimiento feminista, cuyas demandas que se dirigen fundamentalmente al gobierno del PP. De esta manera, la cortina antiterrorista vuelve a utilizarse para tapar el conflicto social expresado en la movilización popular.
El Partido Popular funciona de forma carroñera, utilizando lo que sea para condicionar la coyuntura y el pulso mediático, y sobre todo para ocultar todo aquello que no le gusta en el ámbito de la opinión pública. Lo ha hecho recientemente con el asunto de la prisión permanente revisable; lo hizo antes para tapar los episodios de corrupción y lo hace ahora, cuando toman cuerpo las noticias que tienen que ver con el final de ETA.
ELA exige por todo ello:
- La derogación del Pacto Antiterrorista suscrito en 2001 y todas las aberraciones jurídicas y las prácticas policiales y judiciales que de ese pacto se derivan.
- La puesta en libertad de las personas detenidas, activistas políticas plenamente legitimadas, varias de las cuales son además interlocutores ordinarios de este sindicato.
- Una contestación inequívoca y audaz de nuestras instituciones a este atropello cometido contra ciudadanos y ciudadanas vascas.