ELA exige que todos los fondos destinados a la formación para el empleo sean gestionados por los centros de formación homologados

ELA ha denunciado que el 37,5% de los fondos destinados en 2012 a la formación para el empleo en la CAPV se asignaron directamente a la patronal, a CCOO y a UGT, a través de Lanbide (a propuesta de Hobetuz).

Los datos publicados en el BOPV de 14 de enero de 2013, confirman que en 2012 se ha mantenido el reparto de fondos en los mismos términos que en los ejercicios anteriores. CCOO y UGT recibieron 2.075.000 euros cada organización, y las distintas organizaciones empresariales, obtuvieron la cantidad total de 3.557.657 euros. Así, la patronal, CCOO y UGT se autoasignaron (con el acuerdo del Gobierno Vasco) el mencionado 37,5% del total de los fondos que Hobetuz gestiona para formación para el empleo.

Como se ve en el cuadro, a pesar de que el montante de fondos destinados a esta materia se ha reducido en 710.000 euros de 2009 a 2012, han aumentado en 350.000 euros los fondos que se autoasignan la patronal, CCOO y UGT. Llama la atención, también, que todos los años las partidas que van a parar a las organizaciones sindicales sean exactamente las mismas entre ellas, y que se mantengan año a año en términos prácticamente idénticas las asignaciones, lo que es una muestra más de que priman los intereses de las organizaciones respecto a otras cuestiones. Para ELA es obvio que es una decisión política que nada tiene que ver con criterios formativos.

ELA recuerda que la aceptación por parte del Gobierno Vasco de los fondos ofrecidos por el gobierno español, condicionados a la aplicación del modelo decidido en el estado, a pesar de no contar con el apoyo para ello de Hobetuz, supuso la salida de ELA (conjuntamente con LAB) de dicho organismo.

ELA no comparte el actual modelo de Hobetuz, una copia del del estado español, y que ha resultado un auténtico fracaso, no solo por su baja calidad, sino porque no responde a las necesidades existentes en la CAPV en materia de formación. Es una apuesta por la privatización y el lucro de las entidades que se financian con fondos públicos.

Lo que ocurre en formación continua es un ejemplo más de cómo las instituciones utilizan el diálogo social como coartada para aplicar políticas que perjudican a la clase trabajadora. Todo vale a cambio de la asignación y gestión de una parte de los fondos públicos por las organizaciones que forman parte de dicho diálogo.

Esta claro que las políticas resultantes del diálogo social no sirven para resolver los problemas de la clase trabajadora. La actual crisis económica así lo evidencia.

Ante esta situación ELA exige al nuevo Gobierno Vasco que acabe con este sistema de formación. Para ELA todos los fondos destinados a la formación para el empleo se deben destinar a los centros de formación homologados, y resultaría inaceptable que ante la evidencia de lo que el actual sistema supone, el Gobierno Vasco optase por seguir manteniéndolo.