ELA muestra su plena adhesión al proceso catalán

21/09/2017
A media tarde de hoy se ha celebrado una reunión entre el president Puigdemont y una delegación de ELA, compuesta por su secretario general Adolfo Muñoz “Txiki” y Joseba Villarreal. Por la mañana, habían tenido lugar sendas reuniones con Carme Forcadell, presidenta del Parlament de Cataluña, y con Jordi Turull, conseller de Presidencia de la Generalitat. ELA ha trasladado a dichos responsables políticos su pleno apoyo al proceso y el rechazo a las iniciativas represivas del Gobierno español apoyadas por el PSOE y C's.

ELA ha compartido las siguientes cuestiones de este proceso que el sindicato hace suyos:

1.- Que los promotores del referéndum hayan concluido que son incompatibles la ley española y el principio democrático que permita al pueblo catalán decidir su estatus político. El Estado ha despreciado la voluntad democrática catalana, igual que despreció el Estatuto Político aprobado mayoritariamente por el Parlamento vasco. La existencia de una presunta “bilateralidad” con España solo tiene cabida si el soberanismo renuncia a su posición política y termina aceptando la involución democrática, social, política, cultural y en materia de autogobierno que el Estado impone. La ley española es veto a las aspiraciones catalanas, pero Cataluña, su sociedad y sus instituciones han decidido que no quieren vetos a la democracia catalana.

2.- La apuesta por la confrontación exclusivamente democrática. Perseverando en ella es posible vencer el actual statu quo. Sin confrontación democrática solo quedaría la aceptación resignada de las decisiones estatales. Lo que se vive en Cataluña, en opinión de ELA, es aire fresco para la política, no solo para la política catalana, también para Euskal Herria y para el Estado. Los que se revuelven contra el proceso democrático catalán son o representantes del nacionalismo español o líderes políticos que entienden la política como el monopolio de una élite que desprecia la participación social. ELA valora la valentía política de quienes, basándose en principios democráticos, explican simple y llanamente que la legitimidad de su poder político reside en el pueblo catalán y que respetarán lo que éste decida.

3.- La imprescindible movilización social. Sin la movilización social desarrollada estos años Cataluña no estaría en este punto. Es un conflicto político porque es un conflicto social, y es un conflicto social porque políticamente las instituciones democráticas catalanas han sido capaces de elevar a conclusión que el fraude del “autonomismo” ha dejado de ser un referente político válido para Cataluña. ELA también comparte esta conclusión en lo que respecta a Euskal Herria.

Asimismo, ELA ha mostrado su rechazo más radical a la represión del Gobierno español. Quienes no son demócratas no aceptan que se pueda votar porque no quieren perder; por eso usurpan a la democracia la participación de la gente. Dicho eso, llegados a este punto, ELA está convencida de que el derecho penal de un Estado en el que se confunden los poderes legislativo, ejecutivo y judicial no acabará con este proceso. La represión no funciona cuando la sociedad está decidida a prolongar el conflicto político, cuando el destinatario de la represión no está dispuesto a echarse atrás. ELA lamenta, en este sentido, que la gran mayoría de los medios de comunicación españoles obvian cualquier equilibrio informativo.

ELA entiende que, en este contexto, el Partido Nacionalista Vasco debe renunciar inmediata y definitivamente a seguir sosteniendo en el Congreso la mayoría que otorga estabilidad al Gobierno del Partido Popular.

ELA aplaude la valentía política de las instituciones catalanas y anima a los y las trabajadoras catalanas a participar en el referéndum y apoyar la soberanía del pueblo catalán.