ELA muestra su consternación por la muerte del preso navarro Xabier Rey, y traslada a sus familiares y amigos el más sentido pésame
Xabier Rey, a quien no se atribuyó ningún atentado, llevaba ya diez años preso, siempre en régimen de primer grado. Este régimen excepcional se aplica hoy al 92% de los presos y presas vascos, cuando no concurren –en la práctica totalidad de los casos– ni las causas objetivas, ni la necesidad, ni los motivos que por ley lo justifican.
El primer grado supone graves restricciones en la vida ordinaria de la persona presa. Pero este régimen, además, impide recorrer la legalidad penitenciaria y comenzar, a partir de ahí, a disfrutar de medidas que ayudan a mitigar el sufrimiento por la estancia en prisión. El primer grado es hoy, para los presos y presas vascas, un auténtico secuestro de Estado y expresión de una política penitenciaria animada por la venganza y contraria a los derechos humanos.