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ELA pide una reunión a Lander Martínez (Sumar) para reclamar la rectificación de la ministra de Sanidad española

09/10/2025
ELA pide una reunión a Lander Martínez (Sumar) para reclamar la rectificación de la ministra de Sanidad española
La ministra de Sanidad, Mónica García ha manifestado que reconocer el euskera como mérito generaría un problema de equidad. ELA considera que con estas declaraciones desprecia los derechos lingüísticos y considera el euskera como algo de segunda categoría. Es imprescindible que la formación de todo el personal sanitario se pueda realizar en Hego Euskal Herria para garantizar los derechos de todas las personas y responder a la necesidad de profesionales cualificados, subraya el sindicato.

La ministra de Sanidad, Mónica García, rechazó la posibilidad de que el euskera sea reconocido como mérito en las oposiciones del MIR. Literalmente dijo que "rompería la equidad en el sistema de elección". Ante esta afirmación, ELA considera que, como ministra, García no garantiza que toda la población sea atendida en la lengua de su elección, ni que las y los médicos puedan trabajar en euskera. Por tanto, no respeta los derechos lingüísticos, lamenta ELA.

Asimismo, añade, oculta que a todas las personas que participan en las oposiciones del MIR se le impone el castellano. No en vano, las bases de la oposición dicen que “Las personas aspirantes nacionales de Estados cuya lengua oficial no sea el castellano, deberán demostrar un conocimiento suficiente de dicha lengua a través de un título oficial que acredite que el nivel adquirido es, como mínimo, el C1, según la clasificación derivada del Marco Común Europeo de referencia para las lenguas".

ELA recuerda que representantes de Sumar en Hego Euskal Herria han solido denunciar que a las y los médicos se les exige un nivel demasiado alto de euskera, cuando para algunas plazas de Osakidetza se exige como máximo un B2 (por debajo del C1) y en Osasunbidea las exigencias o méritos de euskera son marginales. “Por el contrario, para Sumar y para la ministra García, no supone ninguna falta de equidad el que se exija el C1 de castellano -un nivel superior al que se exige en euskara- para todos los puestos de trabajo”, denuncia ELA.

En consecuencia, añade, la ministra de Sanidad normaliza totalmente que se obligue a saber castellano y se presente el euskera como causa de inequidad. “Esto indica que García no respeta los derechos lingüísticos y ve el euskera como una lengua de segunda”.

Asimismo, el sindicato considera que las declaraciones de la ministra reflejan “que no tiene ni idea sobre la vertiente lingüística de la asistencia sanitaria, algo que abordan diversos estudios internacionales, que demuestran y recomiendan que recibir la atención sanitaria en la lengua propia implica una mejora de dicha atención y en sus resultados”. Por ello, ELA estima que incluir el conocimiento de la lengua materna de las y los pacientes en la formación MIR es imprescindible, igual que se tienen en cuenta otros conocimientos técnicos. Ello garantizaría, además, que se pudiera trabajar con todas y todos los pacientes en la lengua que elijan.

ELA quiere manifestar su malestar al Movimiento Sumar, y ha pedido a Lander Martínez, diputado en el Congreso por esta formación, una reunión para informarle de esta situación y reclamar que la ministra de Sanidad rectifique su decisión.

Por último, este sindicato emplaza al Gobierno Vasco y al Gobierno de Navarra a que exijan al ejecutivo español que la formación de todo el personal sanitario, incluido el médico, se lleve a cabo en Hego Euskal Herria. El déficit de profesionales no puede entenderse sin tener en cuenta el proceso selectivo impuesto por España. Además, el proceso formativo debería responder a las necesidades sanitarias de la población vasca, incluyendo la atención en euskara; para ello es imprescindible que sean las instituciones vascas las que desarrollan la formación de las y los MIR.