ELA manifiesta su compromiso con la paz, la democracia y la soberanía en Venezuela

24/01/2019
ELA quiere expresar su preocupación ante el escenario venezolano surgido tras la autoproclamación del líder de la oposición.

ELA quiere recordar que el pasado 10 de enero Nicolás Maduro tomó posesión como presidente de Venezuela tras vencer las elecciones que fueron anticipadas en el marco de una negociación con la oposición. Esa negociación y convocatoria electoral contaron con el acompañamiento de gobiernos, organismos electorales y personalidades internacionales, como el ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero. El presidente Maduro obtuvo una representación del 67,8%. La oposición democrática estuvo representada por 3 candidaturas que sumaron los votos del 21%. Son datos que dan cuenta de un proceso homologable a nivel internacional.

ELA recuerda, en cuanto antecedente de lo ocurrido, la declaración emitida contra la toma de posesión del presidente Maduro por el llamado Grupo de Lima, instancia sin legitimidad internacional, conformada por gobiernos de ultraderecha responsables en sus países de políticas antipopulares, violadores de los derechos humanos y criminalizadores de los movimientos sociales y sindicales.

La voluntad democrática del pueblo venezolano debe ser respetada. Ningún poder interno ni externo, ni coaliciones de países, puede arrogarse el derecho de deslegitimar procesos electorales donde está garantizada la participación y son reconocidas por instituciones nacionales e internacionales. Más allá de la consideración política que merezca la acción de un líder político, negar la legitimidad del mandato del actual presidente es un acto de injerencia que no hará sino agravar la grave situación que atraviesa Venezuela.

La superación de los problemas de Venezuela requiere de condiciones políticas e institucionales estables, urge fortalecer el diálogo, respetar las reglas democráticas y dotar de cauces de participación a las organizaciones políticas, sindicales y sociales. El gobierno de Venezuela por su parte debe atender a las necesidades urgentes de la población para paliar los efectos de la crisis económica. También  deben cesar las sanciones económicas y financieras impuestas ilegalmente por el gobierno de los EE.UU. y la Unión Europea, que han profundizado el cuadro de sufrimiento del pueblo venezolano. Los medios de comunicación, por su parte, además de subrayar los déficits democráticos de Venezuela, deberían ayudar a desvelar los espurios intereses imperiales que se juegan un país rico en recursos naturales, sobre todo los relacionados con el petróleo, el gas, el coltán o el oro.

ELA condena, finalmente, cualquier medida diplomática, económica o militar que ponga en riesgo la paz de Venezuela y de toda la región.