ELA recuerda que rechazar el Decreto-Ley es la única vía hacia la derogación de las reformas laborales de Zapatero y Rajoy

11/01/2022
PSOE y Podemos han usado el diálogo social para incumplir su programa electoral. CCOO y UGT colaboran en este triunfo de la patronal, que consolida su posición abusiva

ELA ha destacado hoy en rueda de prensa que “oponerse a la aprobación del Decreto-Ley sobre la reforma laboral que se votará en las próximas semanas en el Congreso es la única vía para avanzar en la derogación de las reformas laborales impuestas por Zapatero y Rajoy en 2010 y 2012”, según ha señalado Mitxel Lakuntza, secretario general del sindicato. “Si analizamos el texto pactado entre el Gobierno de España, CCOO, UGT y la CEOE, solo hay unas ligerísimas mejoras, a cambio de consolidar el grueso de unas reformas que fueron muy perjudiciales para la clase trabajadora y que, si este decreto se convalida, lo seguirán siendo”, advirtió Lakuntza.

En el fondo, PSOE y Podemos han utilizado la mesa del diálogo social para poder incumplir más cómodamente su programa electoral -donde anunciaban la derogación de la reforma laboral de Rajoy-; para eso sirven CCOO y UGT, que además de consolidar las medidas más lesivas de aquellas reformas, se están dedicando estos días a impedir que su acuerdo con la CEOE pueda mejorarse en el Congreso; es un tristísimo papel para un sindicato”. El propio Rajoy lo ha resumido “mejor que nadie”, recordó Lakuntza: “La reforma laboral se ha qedado como estaba”.

Junto a Mitxel Lakuntza ha comparecido el responsable de Negociación Colectiva de ELA, Peio Igeregi, quién recordó que “las reformas laborales de 2010 y 2012 debilitaron la relación de fuerzas de los trabajadores: abarataron y facilitaron los despidos; permitieron a las empresas la modificación unilateral de lo acordado con la representación sindical; dieron prioridad a los convenios estatales, lo que empeoró las condiciones de trabajo, etcétera”.

El acuerdo actual mantiene estos elementos centrales, “a cambio de pequeñas mejoras -resaltó Igeregi-, muchas de las cuales han sido aportadas por la jurisprudencia del Tribunal Supremo, no por el acuerdo (desaparición del contrato de obra, la recuperación de la ultraactividad o los cambios en la subcontratación). A cambio de casi nada, la CEOE ha conseguido mantener y perpetuar lo que para la patronal era imprescindible”.

ELA considera que no se puede aprobar una reforma laboral si no se limita el despido y sin regular con claridad que en Euskal Herria los convenios provinciales tengan prioridad sobre los estatales. Por ello, el Congreso no puede aprobar esta reforma laboral, y PNV y EH Bildu deben votar en contra, para que se retomen las negociaciones, pero esta vez sin otorgar derecho de veto a la CEOE.

El peor resultado de este acuerdo”, subraya Igeregi, “ha sido enterrar la posibilidad de la derogación.

La reforma de 2012 fue impuesta por el Partido Popular, sin participación sindical. Cuando llega la hora de dar la vuelta a aquella reforma, es absolutamente decepcionante que el Gobierno, CCOO y UGT busquen un acuerdo con la CEOE”.

La conclusión es clara, los firmantes del acuerdo quieren mantener a corto plazo los elementos centrales de la reforma laboral de 2012, renuncian a cambios profundos, han frustrado a quienes han luchado para que se derogara y, además, no evitarán posibles recortes en el futuro. Ese es el Diálogo Social y la alternativa está en la movilización, vía que ELA está trabajando con otras organizaciones de Euskal Herria y de otros territorios del Estado.