ELA considera que la decisión de ETA ayuda a seguir dando pasos en el camino hacia la paz

La violencia de motivación o finalidad política que ha desarrollado durante décadas y que siempre hemos condenado ha marcado trágicamente nuestra historia. Hemos padecido un sufrimiento largo e innecesario que sigue afectando a nuestra convivencia. Ha supuesto a menudo una injerencia ilegítima en las luchas populares y ha condicionado gravemente la vida social y política de nuestro país.

En este día, ELA recuerda a todas las víctimas y entre ellas, lógicamente, a los y las militantes del sindicato que padecieron –de muchas formas– la violencia de ETA. Nuestro recuerdo más emocionado es, de entre ellos, para quienes fueron asesinados y para sus familiares: Goikoetxea, Doral, Gómez Elosegi, Agirre, Pedrosa, Uribe… Y no olvidamos otras muchas conculcaciones de derechos humanos realizadas por grupos paramilitares y fuerzas de seguridad, que en su mayor parte siguen hoy impunes, como es el caso de Zabalza, también afiliado a nuestra organización y asesinado a manos de la Guardia Civil.

Valoramos, con todo, la manera en que se ha realizado este proceso que ha contado con la oposición activa del estado español. Por eso queremos subrayar el impulso militante de personas y organizaciones de la sociedad civil que –sobre todo en una cuestión crítica como el desarme– han ayudado a que sea posible.

ELA cree que es tiempo de mirar al futuro y urge a que se den pasos que permitan construir una paz basada no en el olvido sino en la verdad, la humanidad y la justicia. Para ello:

• ELA exige al Gobierno español que acerque a las personas presas alejadas y excarcele a las enfermas. Debe dejarse de aplicar el primer grado penitenciario de manera generalizada e injustificada.

• ELA pide a las fuerzas representadas en el Parlamento español que impulsen las reformas legislativas que permitan acabar con el trato de excepción de que son objeto militantes y organizaciones. Urge derogar las condenas de por vida. También poner fin a la impunidad para con las conculcaciones de derechos humanos cometidas por los aparatos del estado.

• ELA aboga por una justicia transicional que permita conocer la verdad sobre lo ocurrido en nuestro pueblo. Las víctimas deben ser reparadas. Deben reformarse las instituciones implicadas en los abusos. Comisiones debidamente legitimadas deben poder investigar para construir una visión integral del sufrimiento que hemos padecido.

• Instamos a las fuerzas políticas vascas a impulsar un diálogo constructivo que permita dar pasos en la reconciliación y en la convivencia.

ELA considera que nuestro pueblo no necesita ahora una guerra de relatos donde cada vez resulta más difícil diferenciar la legítima interpelación de la voluntad de mantener cautiva la política, cuando no de cuestionar la raigambre democrática del proyecto político del adversario.

Para ELA esta hora es un buen momento para recordar que Euskal Herria dispone de un enorme caudal social y militante que, en un escenario de paz a consolidar, debemos orientar a la lucha por la justicia social y la liberación nacional. Ese es nuestro deseo para el futuro.