ELA y el sindicato gallego CIG exigen revertir las reformas de pensiones y las reformas laborales
Como sindicatos de dos naciones sin estado, comparten ila preocupación por la crisis del estado español (que no crisis territorial ni crisis catalana) ante la cual una mayoría política parece proponer tan solo políticas represivas y antidemocráticas. Tanto o más grave que el auge de la extrema derecha nos parece preocupante el deslizamiento hacia el autoritarismo de todo el arco político.
ELA y CIG, reivindican “el valor civilizatorio de la lucha, del sindicalismo combativo, del impulso organizado y militante de la clase trabajadora. Estamos en el convencimiento de que el diálogo y la concertación social no son las vías de solución ante esta grave realidad, mas bien al contrario, pretenden la domesticación y desmovilización ante las injusticias”. Además, señalan que el auge que numerosas luchas están conociendo en estos tiempos (pensionistas, feminismo movimiento climático, conflictividad laboral y huelgas…) alimentan lo mejor de la sociedad, ya que prestigian referencias solidarias frente al aislamiento y la invididualización propugnada por el capital.