Este Primero de Mayo #pobreziarigerra

La crisis es un instrumento de dominación. El sistema nos crea supuestos enemigos/as dentro de nuestra propia clase, bien sean personas inmigrantes, refugiadas, perceptoras de prestaciones sociales… Cualquiera, con tal de que los/as responsables del saqueo salgan airosos. Euskal Herria no es una excepción en el repliegue conservador de la sociedad. Los gobiernos y las grandes corporaciones se esfuerzan para que sea así, y por eso debemos trabajar en dirección contraria para que la clase trabajadora no se sume a posiciones conservadoras y xenófobas. Si no lo evitamos, la extrema derecha habrá ganado la batalla. Esto es muy importante, y ELA ha decidido librar la batalla contra la pobreza y contra el miedo. Especialmente, contra esa estrategia de fabricar el miedo al otro, a esa persona que vive cerca y que quieren convertir en enemiga. ELA lo subraya una vez más: aquí no sobra nadie.
Quieren embarcarnos en una guerra entre pobres: quienes tienen empleo contra quienes están en paro; temporales contra indefinidos; tiempo parcial-tiempo completo; sector público-privado; inmigrantes “con papeles” contra los/as “sin papeles”; quienes cobran prestaciones contra quienes no. Todo es parte de la política de división de la clase trabajadora. Pero en este Primero de Mayo, ELA recuerda: todos los derechos para todas las personas que viven aquí.
Somos muchas personas las que pensamos así. No vamos a mirar para otro lado. Y sabemos por dónde empezar. Desde ya. El trabajo es cada vez más precario y desigual, y aumentan los empleos con salarios miserables. Tener empleo ya no garantiza ingresos suficientes para una vida digna: cada vez hay más trabajadoras y trabajadores pobres.
Se perpetúa la discriminación de las mujeres, tanto laboral como en lo social (pensiones, desempleo, cuidados...). Se condena sin futuro a la mayoría de la juventud (desempleo, precariedad, sin acceso a vivienda…). Los gobiernos recortan las pensiones y las prestaciones sociales. Quieren pasar del estado del bienestar a uno de subsistencia. Ya lo adelantó el canciller alemán Gerhard Schroeder: “No es posible bajar los salarios sin bajar las prestaciones sociales”. Y eso que era socialdemócrata.
Las personas que necesitan esas prestaciones son como nosotros/as: trabajadores/as. Casi la mitad son pensionistas (un 25% del total) o asalariados/as (otro 20%). Y va en aumento. Y de todas las personas que acceden a las rentas de garantía de ingresos, el 57% son mujeres. Este Primero de Mayo, la prioridad de ELA es la batalla contra la pobreza -en el trabajo remunerado y fuera de él- y contra el miedo al otro, y la Iniciativa Legislativa Popular puesta en marcha con la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria es una herramienta imprescindible para empezar a ganar esa lucha.