Este Primero de Mayo #pobreziarigerra

13/04/2018
Este Primero de Mayo es una gran oportunidad para reforzar la marea de reivindicaciones sociales encabezadas por el feminismo (8-M) y las personas pensionistas. El reto que tenemos no es pequeño. No hay que olvidar que la crisis y las decisiones políticas han reforzado la tiranía del miedo. La gente es cada vez más temerosa. Vivimos en la sociedad más segura de la historia, pero nunca hemos tenido tanto miedo. Nos han inoculado el miedo a conciencia, la percepción angustiosa de que nos puede pasar cualquier cosa. Basta con darse una vuelta por los noticiarios.

La crisis es un instrumento de dominación. El sistema nos crea supuestos enemigos/as dentro de nuestra propia clase, bien sean personas inmigrantes, refugiadas, perceptoras de prestaciones sociales… Cualquiera, con tal de que los/as responsables del saqueo salgan airosos. Euskal Herria no es una excepción en el repliegue conservador de la sociedad. Los gobiernos y las grandes corporaciones se esfuerzan para que sea así, y por eso debemos trabajar en dirección contraria para que la clase trabajadora no se sume a posiciones conservadoras y xenófobas. Si no lo evitamos, la extrema derecha habrá ganado la batalla. Esto es muy importante, y ELA ha decidido librar la batalla contra la pobreza y contra el miedo. Especialmente, contra esa estrategia de fabricar el miedo al otro, a esa persona que vive cerca y que quieren convertir en enemiga. ELA lo subraya una vez más: aquí no sobra nadie.

Quieren embarcarnos en una guerra entre pobres: quienes tienen empleo contra quienes están en paro; temporales contra indefinidos; tiempo parcial-tiempo completo; sector público-privado; inmigrantes “con papeles” contra los/as “sin papeles”; quienes cobran prestaciones contra quienes no. Todo es parte de la política de división de la clase trabajadora. Pero en este Primero de Mayo, ELA recuerda: todos los derechos para todas las personas que viven aquí.

Somos muchas personas las que pensamos así. No vamos a mirar para otro lado. Y sabemos por dónde empezar. Desde ya. El trabajo es cada vez más precario y desigual, y aumentan los empleos con salarios miserables. Tener empleo ya no garantiza ingresos suficientes para una vida digna: cada vez hay más trabajadoras y trabajadores pobres.

Se perpetúa la discriminación de las mujeres, tanto laboral como en lo social (pensiones, desempleo, cuidados...). Se condena sin futuro a la mayoría de la juventud (desempleo, precariedad, sin acceso a vivienda…). Los gobiernos recortan las pensiones y las prestaciones sociales. Quieren pasar del estado del bienestar a uno de subsistencia. Ya lo adelantó el canciller alemán Gerhard Schroeder: “No es posible bajar los salarios sin bajar las prestaciones sociales”. Y eso que era socialdemócrata.

Las personas que necesitan esas prestaciones son como nosotros/as: trabajadores/as. Casi la mitad son pensionistas (un 25% del total) o asalariados/as (otro 20%). Y va en aumento. Y de todas las personas que acceden a las rentas de garantía de ingresos, el 57% son mujeres. Este Primero de Mayo, la prioridad de ELA es la batalla contra la pobreza -en el trabajo remunerado y fuera de él- y contra el miedo al otro, y la Iniciativa Legislativa Popular puesta en marcha con la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria es una herramienta imprescindible para empezar a ganar esa lucha.