Euskaltel, una privatización que viene de lejos

18/06/2015
Euskaltel ha afrontado duros procesos de ajuste en el empleo y en las condiciones laborales, con el único objetivo de aumentar los beneficios. La plantilla de Euskaltel se ha reducido en unas 200 personas (de las más de 500 que había en 2012). Este recorte ha adoptado la forma de “externalizaciones” para dos colectivos de trabajadores y trabajadoras, los de los Departamentos de Sistemas y de Operaciones, que han pasado a otras empresas y han dejado de pertenecer a la plantilla de Euskaltel.

Euskaltel, la empresa de telecomunicaciones vasca de referencia, ha anunciado que comenzará en poco tiempo a cotizar en bolsa. Esto, que algunos califican como éxito y muestra de liderazgo, es en realidad el último paso de una privatización que viene de lejos; y no solo eso, pues cotizar en el mercado de valores significa centrar la actividad y la gestión de la empresa en la obtención de beneficios para el accionista, beneficios por encima del empleo, de la calidad y del servicio prestado: beneficios por encima de todo. En esa línea vienen hablando los responsables de Euskaltel, decididos incluso a repartir dividendos por encima de los beneficios obtenidos.

Pero es más, la salida a bolsa no estará al alcance de todo el mundo: únicamente se dará acceso a fondos de inversiones (a poder ser extranjeros, según Euskaltel) cuyo único objetivo es especular y centrar aún más la actividad en la consecución de beneficios. Este tipo de fondos suelen denominarse como buitres porque no realizan nuevas aportaciones ni hacen inversiones productivas, debido a lo cual las condiciones laborales y la calidad del servicio decaen de forma muy significativa.

Observando la historia vemos que:

  • Euskaltel nació con capital público en 1995, cuando las cajas vascas aportaron el 60% y el Gobierno Vasco el 40%.

  • En 2005 ya había dado entrada al capital privado, hasta un 30%.

  • En 2012 se valoró Euskaltel en 475 millones de euros. El Gobierno Vasco se deshizo de todas sus acciones (el 7,45% del total) y la participación de Kutxabank se redujo del 68% al 49,9%. Los fondos se quedaron con el 48% del capital, y el resto está en manos de Iberdrola. Con ello, se permitió al sector privado tener la mayoría absoluta de las decisiones tomadas en el consejo de administración de Euskaltel.

  • Ahora se plantea que Kutxabank se quede solo con el 30% de las acciones. El resto, casi en su totalidad ( a expensas de que Iberdrola venda o no su parte) quedará en manos de los fondos de inversión.

Por otro lado, todo este proceso viene marcado por cuestiones y actuaciones de dudosa legitimidad: la nueva valoración de la empresa es tres veces superior a la realizada en 2012 (hoy es de 1.500 millones de euros). Un gran pelotazo para los fondos de inversión, que compraron hace menos de 3 años casi el 50% de Euskaltel a precio de saldo, con la consiguiente pérdida de Kutxabank y del Gobierno Vasco.

Además, se está planteando un posible reparto de 200 millones de euros en dividendos extraordinarios, de los cuales la mayoría (algo más de 100 millones de euros) también recaería en manos privadas. De hecho, solo este reparto de dividendos supone la recuperación de una parte importante de la inversión efectuada por los inversores que entraron en Euskaltel en 2012.

Para financiar este reparto de dividendos, se está hablando de obtener un préstamo de 300 o 400 millones de euros. En teoría, este crédito respondería a las necesidades para la salida a bolsa y los gastos que ello conlleva, si bien se tratará en realidad de sustituir los fondos que salen en forma de dividendos.

De esta forma, además de profundizar en la mencionada privatización, se da un nuevo paso en la desinversión en sectores clave que, además, son rentables.

DATOS ECONÓMICOS DE EUSKALTEL EN 2013

 

Millones de euros

% sobre ventas

Ventas netas

329,7

100%

Beneficios netos

50

15%

Gasto de personal total

34,4

10%

Euskaltel sigue siendo una empresa muy rentable. No se entiende que las instituciones públicas se desprendan de una actividad tan atractiva, a no ser que haya intereses ocultos como la puerta giratoria de por medio.

Con una facturación de más de 300 millones de euros cada año, en 2013 obtuvo 50 millones de euros limpios de beneficio; esto significa que con los actuales dueños ya destina mucho más dinero a beneficios que a pagar los salarios de sus trabajadores: en concreto tiene un 50% más de beneficios sobre lo que gasta en personal.

Euskaltel ha afrontado duros procesos de ajuste en el empleo y en las condiciones laborales, con el único objetivo de aumentar los beneficios. La plantilla de Euskaltel se ha reducido en unas 200 personas (de las más de 500 que había en 2012). Este recorte ha adoptado la forma de “externalizaciones” para dos colectivos de trabajadores y trabajadoras, los de los Departamentos de Sistemas y de Operaciones, que han pasado a otras empresas y han dejado de pertenecer a la plantilla de Euskaltel.

Es necesario indicar que los dos procesos de reestructuración y salida de trabajadores, así como las externalizaciones mencionadas, han sido recurridas en el Tribunal Supremo por ELA. Por tanto, ambos procesos están pendientes de sentencias que pueden ratificar la legalidad de la operación realizada o liquidarla si el Tribunal Supremo entiende que esta operación no ha sido realizada de acuerdo con la Ley. Y habrá que ver, en este caso, cuáles serán las consecuencias que pudieran derivarse de sentencias desfavorables para los actuales o los futuros propietarios.

Todo ello está enmarcado en las políticas neoliberales que se están imponiendo desde hace unos años, políticas que han degradado el estado de bienestar mediante actuaciones que van en contra de nuestros intereses colectivos como sociedad. El proceso de privatización de Euskaltel está en la misma lógica que el de la bancarización y privatización de las Cajas de Ahorro. Todo ello va en detrimento de nuestro tejido productivo.