Kutxabank pone de manifiesto que la agenda oculta de algunos partidos es más importante que la que se da a conocer
Si se confirma lo publicado, estas prácticas inaceptables formarían parte de la agenda oculta que manejan determinados partidos, y que explicaría los acuerdos que sí ven la luz. Cuando esos partidos, por ejemplo, dan su apoyo a presupuestos antisociales, aprueban la fiscalidad más injusta jamás conocida, se reparten puestos en los Consejos de Administración o defienden la privatización de las Cajas, se oculta que también se habla y se acuerdan otras cosas. ELA afirma que el conocimiento de esa agenda oculta explicaría muchas cosas del funcionamiento de la política, también en nuestro país.
ELA sitúa la disputa para control de los Consejos de Administración en las antiguas Cajas -y ahora en Kutxabank- en el interés de ciertas élites políticas y económicas por preservar ese funcionamiento perverso. El papel otorgado a las Cajas -y a Kutxabank- sería el de “engrasar” el funcionamiento del sistema y los mecanismos para lograrlo, igual que en otras Cajas del Estado, serían varios: pagos sin justificación a despachos, posibles compraventas de bienes a precios inflados, condiciones privilegiadas a la hora de conceder créditos hasta llegar, incluso, a la condonación de los mismos.
Cada día que pasa, hechos como este refuerzan la opinión de que el conocimiento de las derivadas de la “puerta giratoria” entre política y mundo económico, de los efectos clientelismo y de casos de corrupción es epidérmico, muy superficial. La agenda oculta es lo contrario a la transparencia y quienes participan de esas prácticas se esfuerzan en que el resto de la ciudadanía se mantenga en la ignorancia.
ELA exige a los Consejos de Administración de las antiguas Cajas y al de Kutxabank que hagan públicas sus decisiones sobre condonación de créditos a partidos, sindicatos o fundaciones vinculadas a dichas organizaciones. La información parcial aparecida en relación a condonaciones por parte de las Cajas vascas, que afecta a varios partidos, debe ser de conocimiento público; tanto las cuantías perdonadas como los motivos por los que se hizo. Hemos llegado a un punto en el que la falta de financiación propia de diversas organizaciones y su obsesión por obtenerla mediante procedimientos irregulares explica la supeditación de una gran parte de la política a lo que desea el poder económico.