La cambios en la reforma laboral que negocian UGT y CCOO mantienen la estatalización y la devaluación salarial
Las diferentes reformas aprobadas entre los años 2010 y 2012 han traído la devaluación de los salarios. La estrategia se ha centrado en dar prioridad a la negociación de empresa y a la estatalización de la negociación colectiva, partiendo de la base de que no habría una oposición organizada.
Los contenidos de los convenios estatales son bastante peores que los provinciales y autonómicos, como consecuencia de la ausencia de movilizaciones para exigir una mejora de los mismos. Además, los sindicatos que firman los convenios estatales tienen una representación inferior e impiden que se puedan negociar aquí condiciones laborales mejores que los recogidos en los convenios estatales. En los 12 de los 16 convenios suscritos en los primeros seis meses del 2018, UGT y CCOO han limitado la capacidad de negociación en ámbitos inferiores.
Lo que ha sucedido en la negociación del Convenio de Hostelería no es una anécdota. Se nos ha impedido negociar a los sindicatos que contamos con una representación del 80% y, como consecuencia de ello, los salarios se han reducido hasta un 50%. En suma, la estatalización va en contra de la democracia y precariza las condiciones laborales.
ELA ha mantenido reuniones en el Parlamento español con todos los partidos que apoyaron al presidente del gobierno, Pedro Sánchez, para hablar de la reforma laboral. Todos han coincidido en señalar que nuestras propuestas son lógicas y democráticas. Estas posiciones se resumen en las declaraciones de un representante del PSOE: ¿El tema es mejorar las condiciones laborales de la gente, no?.
Pero con los cambios que CCOO y UGT pretenden introducir en las negociaciones que mantienen con el gobierno español se va a limitar la posibilidad de que en otros ámbitos se mejoren las condiciones laborales recogidas en los convenios estatales. En el caso de que éstas propuestas prosperen, los y las trabajadores y trabajadoras que en estos momentos protagonizan conflictos tendrán más dificultades para mejorar sus condiciones laborales, y el riesgo de devaluación salarial en Euskal Herria aumentará. La forma de hacer frente a esta situación sería extender las luchas.
En opinión de ELA, los partidos con representación en el Parlamento español no pueden dar su apoyo a un planteamiento que conlleva la devaluación salarial. ELA tiene previsto remitirles una propuesta concreta, con el objetivo de que los sindicatos que democráticamente son mayoritarios en los diferentes ámbitos tengan la posibilidad de mejorar los contenidos recogidos en los convenios estatales. En 1994 con el PNV fue posible en una situación muy similar a la actual con el objetivo de salvaguardar la negociación colectiva vasca. Ahora también debería serlo.