La inspección realizada en Txara I, de Donostia, revela la situación inhumana e indecente que viven muchas residencias en Gipuzkoa

29/09/2021
La conclusión de una inspección en la residencia Txara I (Donostia), realizada a raíz de una denuncia de ELA, no hace más que ratificar las demandas de las trabajadoras del sector, que llevan 252 días en huelga: es urgente aumentar los ratios de atención directa y contratar a más personal. Así las cosas, ELA vuelve a solicitar al ente foral y a la diputada de Políticas Sociales, Maite Peña, en particular, que acepten reunirse con el sindicato para reconducir la situación que a día de hoy se vive en las residencias de Gipuzkoa.

Por ejemplo, como se apuntaba en la información publicada este miércoles, la no ingesta de alimentos durante 14 horas en dicha residencia no es más que una pequeña muestra de lo que acontece en el día a día de los centros residenciales para la tercera edad en Gipuzkoa. Es más, es una situación que se da en la mayoría de las residencias del territorio, por lo que se puede generalizar el problema.

Y es que, a veces, a las empresas privadas que gestionan este tipo de centros se les olvida que trabajan con personas, no haciendo tornillos; personas que tienen derecho a ser cuidadas de una manera digna. A la no ingesta de alimentos durante 14 horas se le puede añadir que algunos usuarios, dependiendo del día, pueden ir a desayunar sin haber sido antes limpiados adecuadamente o que, otros, debido a la velocidad de trabajo que imponen las empresas, vomiten lo ingerido en la cena porque les meten a la cama nada más terminar de comer.

En cuanto a la insuficiencia de ratios en diversas categorías, especial mención merece el caso de los enfermeros, que están bajo ratios en la mayoría de las residencias. Al respecto, hay centros en los cuales hay días que solo se ofrecen ocho horas de enfermería, cuando la persona usuaria, cuando ingresa en el centro, firma un servicio de enfermería de 24 horas diarias.

Todo esto sucede con el amparo de la Diputación de Gipuzkoa, quien subvenciona con dinero público todas estas empresas privadas. Es también la responsable de asignar los ratios adecuados en un sector que está evolucionando rápidamente, donde la mayoría de las personas que ingresan en las residencias lo hacen con unas dependencias cada vez mayores.