La lucha contra la precariedad y subidas salariales acordes con el crecimiento de la economía, objetivos de ELA
Los responsables de ELA han explicado que, al amparo de las reformas laborales y gracias a la colaboración de las distintas administraciones, las patronales han ido deteriorando las condiciones laborales en los últimos años. Y aunque actualmente se esté generando más riqueza que nunca, en Euskal Herria hay 100.000 puestos de trabajo menos que en 2008, y las rentas del trabajo han perdido entre 2,5 y 3,3 puntos en el reparto de la riqueza. Dicho de otro modo, si tuviéramos ahora el mismo porcentaje de reparto que en 2008, nos corresponderían 1.600 millones de euros más.
Además, hemos asistido a una precarización del empleo. La mitad de los contratos tienen una duración inferior al mes, el 92% de los contratos es eventual, y el 18% del empleo es a jornada parcial. Y lo que es peor, debido al fenómeno de la subcontratación y a las empresas de servicios, los trabajadores/as han venido soportando una total inestabilidad en el empleo.
En las administraciones públicas la eventualidad alcanza la cota del 40%. Y aunque con todo el cinismo se piden subidas salariales de cara al exterior, hemos comenzado el año con las retribuciones de los empleados públicos congeladas y con pérdidas de poder adquisitivo.
Con un panorama así, ELA cree que 2018 debe ser el año de la contraofensiva. En primer lugar, nuestra prioridad principal ha de ser conseguir medidas concretas para hacer frente a la precariedad en cada ámbito.
En segundo lugar, debemos exigir una correspondencia entre el crecimiento económico y la creación de empleo y las subidas salariales. En ese sentido, nuestras reivindicaciones se concretarán en los distintos sectores y empresas. En cualquier caso, el sueldo mínimo de 1.200 euros y la recuperación del poder adquisitivo serán puntos irrenunciables.
Y en tercer lugar, debemos hacer hincapié en las garantías de aplicación de los acuerdos que se firmen con ELA. Estas tres prioridades constituirán el núcleo reivindicativo de la negociación colectiva de ELA.
Teniendo en cuenta la actitud de bloqueo de la patronal, ELA prevé que la negociación colectiva de este año va a ser conflictiva. En los centros de trabajo se hacen patentes el disgusto y hartazgo de los trabajadores/as, que se ha sobrepasado el límite de tolerancia a la explotación, y ELA pondrá de su parte en esta fase de contraofensiva la organización y la caja de resistencia.
Véase también artículo de opinión de Txiki Muñoz:
PwC: Acabar con el sindicalismo