La pandemia empeora aún más la grave situación de las residencias de la tercera edad

13/01/2022
ELA venía denunciando desde antes de la pandemia la falta de personal generalizada en las Residencias de Ancianos de toda Euskal Herria, con una doble consecuencia: cargas de trabajo excesivas para las trabajadoras y un servicio insuficiente para los mayores. Con la pandemia, a pesar de los titulares de propaganda sobre incrementos de ratio por parte de los responsables de las Diputaciones, no se ha invertido en incrementar el personal. Al contrario, las cargas de trabajo han aumentado notablemente a consecuencia de la sectorización que se ha llevado a cabo en los centros y el incremento de tareas que ha supuesto adaptarse a dicha pandemia en los centros. Además, las bajas que está creando entre el personal la pandemia, tanto por los contagios como por agotamiento físico y psicológico, no se están sustituyendo en muchas ocasiones.

Esta situación está produciendo dos consecuencias generalizadas:
1. Las sustituciones que se hacen, en muchas ocasiones se hacen a cuenta de la salud de las propias compañeras, dado que son ellas las que están yendo a trabajar en sus días libres, festivos, vacaciones, haciendo dobles jornadas, etc. Hay centros donde se han puesto dificultades para coger licencias u horas sindicales. Tenemos casos extremos, como el de un director de centro que comunica a trabajadoras contagiadas que pueden ir a trabajar con los EPIs puestos.
2. Las bajas que no se sustituyen se cubren incrementando la carga de trabajo a quienes están trabajando y/o asumiendo funciones que no son de su categoría. Por ejemplo, auxiliares de geriatría que están pinchando insulina a los mayores por la falta de enfermería.
Por lo tanto, la situación en las residencias de Hego Euskal Herria es insostenible para las trabajadoras, y la calidad del servicio que se está dando es peor que antes de la pandemia.
Ante esta falta de personal, las empresas que operan en el sector de los cuidados siguen engordando sus beneficios a cuenta de la salud de unas trabajadoras que ya llevan casi dos años de agotamiento físico y psicológico, y las instituciones públicas están permitiendo esta situación.


Instamos a las instituciones y a las patronales del sector a que, de una vez por todas, atiendan las reivindicaciones que llevamos realizando desde ELA:


  • Incrementar y estabilizar las plantillas de las residencias. Para ello hay que modificar de manera urgente las ratios de las residencias para aumentar y estabilizar las plantillas de las residencias. Todo ello para garantizar unas condiciones de vida y de trabajo dignas, tanto a las trabajadoras como a las usuarias y usuarios.

  • Acabar con el bloqueo de la negociación de los convenios que imponen las patronales del sector en nuestro país: las trabajadoras de Gipuzkoa llevan más de 255 días de huelga por la renovación de un convenio cuya vigencia decayó en 2017, en Araba y Nafarroa están convocando jornadas de huelga para acabar con las condiciones de miseria que impone el Convenio Estatal; en Bizkaia se convocó una jornada de huelga ante las regresivas propuestas de la patronal.

  • Abrir un debate real para la publificación del sector de los cuidados para que el dinero público se destine a unas condiciones laborales dignas, sin brechas de género, y a mejorar la calidad del servicio.