La plantilla de WEC vence el pulso #EutsiTaTira #Landeia229

Desde que era una pyme hasta la actualidad, que cuenta con más de 150 trabajadores/as, las distintas direcciones de la empresa WEC, en Agurain, han apostado por unas relaciones laborales basadas en la conflictividad, tal como destaca Izaskun Ruiz de Galarreta, responsable de Industria eta Eraikuntza en Alava. El último capítulo de este pulso empresa-plantilla ha sido la negociación del convenio: la pretensión patronal de volver al pacto y recortar derechos laborales adquiridos ha forzado a la plantilla a llevar a cabo una huelga de 12 días. Ha sido una huelga difícil, asegura Izaskun, pero la unidad del personal ha forzado a la empresa a dar marcha atrás y firmar un convenio que sigue logrando mejoras para los casi 150 trabajadores y trabajadoras de esta fundición.

En primer lugar, zorionak por vuestra victoria sindical.

-Estamos contentos/as, la verdad; con la satisfacción de haberle ganado el pulso a la patronal y habernos hecho respetar.

La dirección de WEC, tras marearnos durante varios meses en la mesa de negociación, forzó esta huelga pensando que no iba a salir, que iba a ser un fracaso y que íbamos a tener que tragar con su propuesta de perder el convenio para ir a un pacto de empresa –con lo que eso supone de falta de garantías legales de lo firmado– con la congelación salarial y con su deseo de flexibilidad a la carta y para todo el mundo.

Sin embargo, su prepotencia y su postura antinegociadora ha provocado el efecto contrario: unir y cohesionar a la plantilla, empoderarla, y empujarles a una huelga secundada de manera casi total que ha paralizado la fundición durante 12 días y que ha posibilitado la firma de un nuevo convenio de empresa.

¿Cuáles son los aspectos más importantes de este convenio?

-La vigencia es de 4 años: 2018-21. Se recogen incrementos salariales del 2,5% para el 2018 y del IPC+0,5% para el resto de años. Por lo que respecta a la jornada, 16 horas de reducción, desde el primer año. Nos blindamos ante la reforma laboral con la ultraactividad indefinida y con la cláusula de inaplicación. Y lo más importante: se ha conseguido plasmar en el acuerdo un importante incremento de la cantidad a recibir según la categoría de cada trabajador. Éste era uno de los objetivos principales de la negociación. Los incrementos salariales, según categorías, suponen incrementos de más de 2.500 euros en el año 2018 para 39 trabajadores, y la misma cantidad para 11, en 2019. Además, han habido mejoras en los distintos pluses: nocturnidad, toxicidad...

La dirección os ha echado un pulso y ha perdido.

-Sin duda. Su propuesta para la renovación del convenio era inasumible; insultante, diría yo. En una empresa como ésta plantear un convenio a 5 años, con congelación salarial, flexibilidad total y, para colmo, perder el convenio y pasar a un pacto de empresa que, como ELA no se cansa de denunciar, hoy por hoy no garantiza derechos, era reirse de la plantilla a la cara.

Nos tuvieron varias reuniones así hasta que les dijimos que si no se movían iríamos a la huelga.

Cuando pusimos una fecha, nos dijeron que nos iban a presentar otra propuesta y pidieron, como gesto de buena voluntad, que desconvocáramos la huelga. Lo hicimos y volvieron a las andadas...

A lo largo de la negociación se han retratado como lo que son: una dirección prepotente que no respeta a su plantilla y que no nos creía capaces de plantarles cara. Convocar una huelga siempre es una decisión difícil, pero teníamos que hacerla, por dignidad y por defender nuestros derechos. Fuimos a por todas y ganamos.

ELA tiene 7 de los 9 delegados en esta empresa. ¿Qué objetivos sindicales y laborales os marcáis a corto plazo una vez firmado el convenio?

-Seguir en la línea de trabajo actual que tan buenos resultados nos está dando. Vamos a seguir denunciando todas las irregularidades que se produzcan; vamos a pelear judicial y sindicalmente. Nos van a tener en frente.