ENTREVISTA #PALESTINA

Lakuntza: “Si la solidaridad de Euskal Herria con Palestina tiene fuerza y dinámica propia, ¿qué necesidad había de sumarse a la jornada de movilizaciones que desde Madrid convocaban UGT y CCOO?”

24/10/2025
Lakuntza: “Si la solidaridad de Euskal Herria con Palestina tiene fuerza y dinámica propia, ¿qué necesidad había de sumarse a la jornada de movilizaciones que desde Madrid convocaban UGT y CCOO?”

El pasado 15 de octubre en la jornada de paro general miles de personas en Euskal Herria volvieron a demostrar su solidaridad con Palestina. ¿Qué valoración hace ELA de lo acontecido en ese día?

Creo que hay dos conclusiones generales: la primera, constatar la gran solidaridad con la que la causa palestina cuenta en Euskal Herria. Una solidaridad que no es de ayer, que se explica desde la implicación histórica de organizaciones sociales e internacionalistas a lo largo de décadas de denuncia de la situación de permanente vulneración de derechos humanos de Palestina. Esa cercanía con la causa palestina se explica también desde la realidad histórica de un país que lucha también por poder decidir su futuro. Por otro lado, esta jornada de paro y movilización deja un mandato: hay que elevar la presión sobre las instituciones, partidos y empresas para hacer que el boicot se lleve a cabo. No se puede tener ninguna relación con un Estado genocida. No se puede ni comprar ni vender nada a Israel. 

¿Cómo han reaccionado esas instituciones, partidos y empresas ante la exigencia de ruptura de relaciones?

Diría que mayoritariamente desde la ambigüedad, la hipocresía y el silencio. ELA se manifestó delante del parlamento de Gasteiz, del de Iruña y las sedes del PNV y el PSE-PSN. Ninguna de esas instituciones ni partidos está defendiendo la finalización de las relaciones comerciales y económicas con Israel.

El presidente del PNV Aitor Esteban ha dicho que no se da por interpelado. Pues debería, porque es el partido mayoritario del gobierno de Gasteiz y tiene que revisar las partidas del presupuesto del Gobierno Vasco que van a empresas israelís mediante compras o licitaciones  y su responsabilidad con el apoyo a las empresas que contribuyan materialmente a violaciones de los derechos humanos. El PNV, por ejemplo, es el principal defensor de la dirección de CAF, una empresa señalada por la ONU, no solamente por comerciar con Israel, sino por contribuir a la vulneración de derechos del pueblo palestino en territorios ocupados ilegalmente.

Lo mismo se puede decir de la presidenta de Navarra María Chivite; más allá de la denuncia del genocidio el gobierno de Navarra ¿va a tomar alguna decisión en la práctica para terminar con las relaciones con Israel?

Con respecto a la jornada de paro general. ELA hizo una convocatoria propia de paro de 4 horas y organizó movilizaciones en solitario ¿Cuál es la razón?

En solitario no. Lo hicimos con la CIG, sindicato gallego mayoritario, y la Intersindical de Cataluña. Pero nos hubiese gustado hacerlo con lo que durante años se ha llamado la mayoría sindical vasca en una convocatoria propia para Euskal Herria; esa era nuestra propuesta.

ELA da mucha importancia a defender que en Euskal Herria hay una realidad sindical y social propia que no debe subordinarse a las decisiones de Madrid. Los logros de la clase trabajadora vasca no han venido de Madrid, sino de la lucha que durante años hemos llevado a cabo en Euskal Herria. No somos ni queremos ser un subsistema del sindicalismo español.

La jornada de paro del 15 de octubre fue convocada desde Madrid por UGT y CCOO para todo el Estado español, dentro de una lógica política española con la que estos dos sindicatos buscaban sobre todo respaldar al gobierno de Sánchez.

ELA rechaza ese oportunismo político y  defiende que la causa palestina y la defensa de nuestra realidad nacional y sindical son compatibles; por eso hicimos una propuesta a LAB, y hay que recordar que ese mismo día también se convocaron distintas movilizaciones por parte de otros movimientos sociales.

Pero LAB desechó la propuesta de ELA...

Sí. Y esa ha sido una mala noticia. ELA planteaba organizar, como hemos hecho los últimos treinta años, una respuesta propia, en principio para el 13 octubre, antes de saber que iban a convocar en Madrid. ELA explicó públicamente esa propuesta, pero LAB dejó claro que prefería sumarse a la convocatoria española del 15 de octubre y priorizar el trabajo con CCOO y UGT.

Visto lo visto, LAB debe responder a una pregunta: Si la solidaridad de Euskal Herria con Palestina tiene fuerza y dinámica propia, ¿qué necesidad había de sumarse a la jornada de movilizaciones que desde Madrid convocaban UGT y CCOO?

¿Por qué crees que LAB desechó la propuesta de ELA para responder como en ocasiones anteriores desde el marco vasco?

No es algo ocasional. LAB en sus últimos congresos ha defendido la importancia de buscar alianzas sindicales distintas. Es decir, con UGT y CCOO. ELA no comparte esa posición. Hay diferencias insalvables con dos sindicatos que defienden una estrategia centralista, que no respetan las reglas del juego, firmando incluso en minoría o que mantienen posiciones abiertamente contrarias a la normalización del euskera.

Para ELA estos dos sindicatos no son aliados, defienden un sindicalismo antagónico al nuestro. Por otro lado, y en el fondo de la decisión, hay que tomar en cuenta que LAB está dentro de un movimiento político más amplio, donde la  estrategia de lo que se llaman los “frentes amplios” es una prioridad, y eso afecta también a lo sindical. La consecuencia es que se normaliza el modelo de UGT y CCOO y no se prioriza un sindicalismo de contrapoder y soberanista.

Pero ELA finalmente acabó convocando también el día 15…

Es evidente que cualquier otra alternativa era peor. Por eso, aunque no era la hipótesis por la que apostaba ELA, decidimos hacer esa convocatoria propia junto a CIG e Intersindical por las razones que he explicado. Tomamos además dos decisiones: trabajar para que el paro en las empresas saliera adelante sin generar división, y convocar concentraciones y movilizaciones propias en las capitales y comarcas. Hemos sido muy conscientes de lo complicado de la situación, pero hemos dado prioridad a mantener una posición coherente y eso ha sido posible porque este sindicato tiene autonomía, cohesión y militancia.

Hacer convocatorias propias, en un contexto tan complicado, nos ha permitido seguir defendiendo que ELA no va a subordinarse a decisiones de UGT y CCOO en Madrid, y que no va a  caer en reivindicaciones genéricas. Por eso hemos interpelado directamente a gobiernos, partidos y empresas. Todo esto ha sido posible por el compromiso de la militancia del sindicato; eso es algo que hay que reconocer y valorar.

Has insistido que la lucha a favor de la libertad del pueblo palestino tiene que ir más allá de la denuncia del genocidio. ¿Qué va a a plantear ELA de ahora en adelante?

Exigir que partidos, gobiernos y empresas de Euskal Herria hagan lo que esté en su mano para no colaborar con el genocidio palestino. Eso significa romper cualquier relación con Israel. Hemos registrado en Gasteiz e Iruña solicitudes para que estos gobiernos hagan público cuáles son las relaciones actuales que mediante licitaciones, compras, etc. mantienen con Israel. Vamos a exigir que respondan; deben hacer un ejercicio de transparencia.

 Y lo mismo con las empresas: ELA está exigiendo en Sidenor, Artiach o CAF que se suspendan esas relaciones y solicitando que faciliten la información de sus relaciones comerciales con Israel y que las suspendan de inmediato. Y segundo, hay que seguir fortaleciendo la movilización social para que el boicot y la presión sobre Israel aumente.

Como hemos repetido una y otra vez, es necesario terminar con la ocupación, el apartheid y exigir el fin de cualquier política que impida a Palestina su existencia como pueblo libre y soberano, desde el río Jordán al Mediterráneo.