Los planes del Gobierno vasco ante la crisis no alcanzan el 1% del presupuesto y la mayoría ya estaban anunciados hace meses

24/06/2020
ELA lamenta que Urkullu descarte una reforma fiscal y asegura que prefiere depender de Madrid para pedir deuda, lo que supone “una grave renuncia al autogobierno”.

ELA afirma que el ejecutivo vasco no destinará ni el 1% de su presupuesto a combatir los efectos de la crisis generada por la COVID-19. Añade que los planes presentados por el Gobierno vasco como novedosos no lo son realmente, ya que fueron anunciados meses antes. El sindicato sostiene que la negativa del Lehendakari Urkullu a llevar a cabo una reforma fiscal supondrá más recortes a corto plazo. Así las cosas, ELA se reafirma en sus propias propuestas, entre las que se encuentran el Impuesto sobre Sociedades, el Impuesto sobre Patrimonio o de la Riqueza y Grandes Fortunas, impuestos que de ser aplicados revertirían en la recaudación de más de 3.750 millones de euros en la CAPV. También propone Ingresos mínimos equivalentes al SMI para todas las personas en desempleo, cuidados públicos, universales y gratuitos, y eliminar el diferencial en sanidad o educación respecto a la media europea, entre otras cuestiones.

ELA subraya que los efectos de la COVID-19 están agravando la crisis económica y social latente antes de la pandemia. Por ello, considera más urgente que nunca rescatar a las personas y poner en el centro la sostenibilidad de la vida y los cuidados frente a los intereses del capital, a través de un cambio sustancial de las políticas que se venían aplicando.

Sin embargo, se lamentan, las políticas del Gobierno vasco no van en esa dirección. “No quiere cambiar el rumbo de sus políticas y está enfrascado en una permanente campaña de publicidad y propaganda: su discurso triunfalista pretende ocultar una preocupante falta de respuesta a la crisis”.

1. El presupuesto para la recuperación económica y social apenas aumenta un 1%.

ELA denuncia que el Gobierno vasco aprueba los planes para la recuperación económica y social “con cuentagotas”, y muchos todavía no se han trasladado ni siquiera al Boletín Oficial. Además, en términos económicos, el aumento del gasto (más allá de los avales, cuyo gasto real se verá en un futuro) no supera el 1% de su presupuesto.

Por ejemplo, los anuncios de la semana pasada: de los 140 millones de euros anunciados a bombo y platillo para reactivar el empleo solo 10 eran nuevos (el resto eran de planes ya presupuestados; planes que se repiten todos los años y que no van encaminados en la buena dirección, además de que en algunos casos corresponden al periodo 2020-2022); el acuerdo para dar ayudas a determinadas trabajadoras y trabajadores en ERTE es parcial y temporal (el propio Gobierno vasco ha dicho que no va a costar más de 18 millones de euros durante los 3 meses que va a estar en vigor).

2. El aumento del gasto estimado en Sanidad está claramente por debajo de lo que recibirá el Gobierno vasco del Gobierno español a través del Fondo de Recuperación Económica.

El Gobierno vasco ha anunciado que tendrá que aumentar el presupuesto de Sanidad en 200 millones de euros. Más allá de que esa cifra es una estimación, y por tanto, pueda ser superada por la realidad, estará muy por debajo de la aportación que el Gobierno español hará al Gobierno vasco a través del denominado Fondo de Recuperación Económica (que el Gobierno vasco estima en al menos 600 millones, la mayor parte destinada a Sanidad).

Las propuestas de ELA

Ante esta situación, ELA reitera las propuestas para construir un verdadero escudo social:

  • Ingresos mínimos equivalentes al SMI para todas las personas en desempleo.

  • Establecer la cuantía de la RGI en el 100% del SMI, con un incremento del 50% por cada persona adicional; y garantizar el acceso a una vivienda de alquiler social a todas las personas que lo necesiten (como planteaba la ILP de la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria).

  • Derecho al cuidado: reconocimiento legal de que todas las situaciones de dependencia estén cubiertas mediante un sistema público, universal y gratuito. Publificación de los sectores subcontratados en cuidados y sanidad, con garantía del empleo.

  • Eliminar el diferencial en sanidad o educación respecto a la media europea.

ELA afirma que nada de esto está actualmente en la agenda del Gobierno vasco, “Gobierno que, además, ante la caída de la recaudación estimada para este año (unos 2.700 millones de euros en la CAPV), dice que no es momento para afrontar una reforma fiscal, y que su plan es aumentar la deuda lo que le deje el gobierno de Madrid”.

Ante esto, ELA señala que:

  • Dejar en manos del gobierno de Sánchez el nivel de endeudamiento es, por una parte, una dejación de soberanía, y, por otra, una excusa para echar la culpa a otro de que no se pueden afrontar los retos presupuestarios sociales.

  • Frente a ello, ELA exige una reforma fiscal justa, que suponga un fuerte aumento de la recaudación y corrija el desigual tratamiento actual entre las rentas de trabajo y las rentas empresariales y del capital. Algo que sí está en manos de las instituciones vascas y que es un ejercicio de soberanía que permitiría aumentar el presupuesto. El déficit de presión fiscal vasca respecto a la media europea es una razón más para ir en ese camino.

  • Las propuestas de ELA abarcan el Impuesto sobre Sociedades (eliminación de las deducciones y establecimiento de un recargo específico del 20% sobre los beneficios de 2019), el Impuesto sobre el Patrimonio o de la Riqueza y Grandes Fortunas (un recargo específico progresivo, entre el 1 y el 10%) y el IRPF (eliminando la tarifa específica del capital y aumentando la progresividad de la tarifa general). Así se recaudarían en la CAPV más de 3.750 millones de euros.

  • Renunciar a una reforma fiscal supone optar porque el gasto de hoy se convierta en deuda mañana y en recortes pasado mañana, al igual que ocurrió tras la crisis de 2008.