No se puede garantizar que se siga el procedimiento de ningún enterramiento o cremación en el cementerio de Derio

23/03/2020
El colectivo de enterradores de Bilbao Zerbitzuak del Ayuntamiento de Bilbao, último eslabón de la cadena sanitaria, denuncian que se han visto abocados a tomar una dura decisión: mientras no haya un control de aforo salvaguardado y considerando que esto pone en peligro su propia seguridad, no se puede garantizar que se siga el procedimiento de ningún enterramiento o cremación. Trabajan día a día con el miedo a infectarse. Entierran tanto a fallecidos con coronavirus que, se supone, vienen con un tratamiento de desinfección -tienen que hacer un acto de fe de creerlo- como a fallecidos por otras causas, aunque sin saber si eran portadores del virus. Lo asumen; es su trabajo. Se han ido tomando sobre la marcha medidas preventivas para evitar contagios. Pero en lo que no pueden tomar medidas es en el control de las personas que van a los enterramientos y/o cremaciones. Se adoptó la norma de que no vayan familiares de los fallecidos por COVID 19, pero las del resto, sí.

Conocen las reacciones de los familiares y amigos en estos duros momentos. Saben que muchas veces son imprevisibles, fruto del dolor. Llevan muchos años en esto. Por ello, en su momento solicitaron que se controlara el aforo, que se estableció en cuatro personas. Sin embargo, siguen yendo muchísimas más, y el colectivo de enterradores no son autoridad competente para llevar ese control.

Llevan días pidiendo presencia policial para llevar ese control, porque ellos sí son autoridad competente. Les dicen que van a ir al día siguiente, pero eso no ocurre. Debido al Estado de Alerta, y dado que tampoco va ninguna autoridad competente, han pedido que, como medida excepcional, hagan que no vaya tampoco ningún allegado, como en los casos de las personas fallecidas por COVID 19. Saben lo duro que es para las familias, pero los consideran imprescindible. No les hacen caso.

La noticia del sábado 21 de marzo que decía que el Gobierno Vasco suspendía todo acto funerario “para minimizar los riesgos de contagio” y “dejaba abierta la despedida de los más allegados en los cementerios” les deja a los pies de los caballos, pues no hay quién controle eso. Están hartos de ver gente que va, incluso, al cementerio a pasear, ya que allí no hay control policial. Hablamos de un servicio básico: las y los enterradores sólo buscan maximizar tanto su seguridad como la de la ciudadanía.

En este sentido, anuncian que mientras no haya un control de aforo salvaguardado, y considerando que esto pone en peligro su propia seguridad, no se puede garantizar que se siga el procedimiento de ningún enterramiento o cremación.