Nueva jornada de huelga en Servicio de Ayuda a Domicilio de Bizkaia ante la pasividad de ayuntamientos y mancomunidades

27/12/2019
Las trabajadoras en huelga del Servicio de Ayuda a Domicilio, en su tercera jornada de huelga en el mes de diciembre convocada por ELA, LAB y UGT, vuelven a salir a la calle para denunciar el deterioro progresivo de sus condiciones laborales, el descenso del número de horas y el retroceso de la calidad del servicio que se presta a las personas dependientes. Las trabajadoras llevan sin convenio desde 2012 y 42 día de huelga. Denuncian su situación en una manifestación que parte desde la sede del Gobierno Vasco, en Bilbao.

El sector del Servicio de Ayuda a Domicilio es un sector privatizado y precarizado, compuesto, en su mayoría, por mujeres. Algo que, afirman las huelguistas, no es una casualidad. “Somos más de 1.500 trabajadoras, prácticamente en su totalidad mujeres, que trabajamos realizando un servicio esencial para la ciudadanía, un servicio público que ha sido privatizado a través de empresas privadas subcontratadas por los ayuntamientos y mancomunidades de Bizkaia”.

Los sindicatos convocantes de los paros critican que los ayuntamientos, titulares del servicio, elaboran pliegos de condiciones en los que no se prevén horas mínimas, ni la subrogación del personal eventual y personal técnico. “Esta en sus manos que el servicio de cuidados municipal se preste en condiciones dignas, para nuestro bienestar laboral y para el bienestar social de la sociedad. Son necesarias medidas de prevención, para la seguridad en el trabajo y un buen servicio asistencial”, subrayan.

Las trabajadoras denuncian los recortes constantes que sufren por parte de ayuntamientos y mancomunidades, quienes, “aprovechándose de la Ley de Dependencia estatal realizan recortes presupuestarios que tienen graves consecuencias, no sólo en las condiciones laborales, si no también en el servicio que se presta”. Denuncian que se recortan cada día las horas de servicio, en total, más de 8.000 horas en los últimos cinco años; sufren perdidas salariales y derechos laborales; padecen las consecuencias de la contratación a tiempo parcial y “la imposición de las decisiones de las empresas subcontratadas que sólo velan por mantener sus millonarios beneficios con dinero público”.

Ante esta situación, las trabajadoras exigen que se cambien de raíz las decisiones tomadas por ayuntamientos y mancomunidades; que cesen de inmediato los recortes de horas; se dignifiquen sus condiciones laborales; se incrementen las horas de servicio; y se apueste por un modelo de calidad asistencial para las personas dependientes que más lo necesitan.