Preacuerdo en Arkema

10/03/2015
En la noche de ayer se firmó un preacuerdo entre el Comite de Arkema de Zaramillo y la dirección de la multinacional francesa. Dicho preacuerdo pone fin a mas de cinco meses y medio de huelga. Junto a las medidas para favorecer las prejubilaciones y las indemnizaciones, la dirección Arkema Francia se compromete por escrito a favorecer la opciones empresariales interesadas por el mantenimiento de la planta.

El camino recorrido por la plantilla de Arkema Zaramillo, miles de kilómetros desde Zaramillo a Bilbao, a Gasteiz, y a París, ha sido durísimo, pero ha merecido la pena. Luchar contra las decisiones de las multinacionales no es nada fácil, y en este caso Arkema Francia ha tenido que olvidarse de la reforma laboral y buscar el camino del acuerdo con los trabajadores y trabajadoras.

Desde el día en que se nos notificó el cierre de la planta de Arkema en Zaramillo hemos reivindicado el necesario apoyo institucional, y hoy tenemos que hacer una valoración muy diferenciada. Mientras que el Departamento de Empleo del Gobierno Vasco ha trabajado en aras a solucionar el conflicto, ni la Diputación Foral, ni el Departamento de Industria han apoyado a la plantilla. Desde el 9 de septiembre, fecha en que tuvimos conocimiento de la decisión de Arkema, la Consejera de Industria no se ha reunido ni una sola vez con el comité de empresa, y su departamento una única vez; desde octubre no hemos tenido noticias de la Diputación de Bizkaia.

Pero todavía estan a tiempo de rectificar y trabajar para mantener los puestos de trabajo, toda vez que una parte del acuerdo firmado es el compromiso de Arkema de facilitar la entrada de cualquier inversor interesado.

El acuerdo se centra en dos puntos:

  1. Arkema acepta que se cree una comisión entre el Comité de empresa, ELA, Arkema y GV para que se sigan dando todos los pasos necesarios en el mantenimiento del empleo; con ese fin, Arkema Francia se compromete por escrito a tratar de buena fe a todas las opciones empresariales interesadas. Esto es relevante, puesto que Arkema siempre se había negado a tratar esta posibilidad. ELA y el Comité de Zaramillo insisten al Departmento de Industria que es posible un futuro industrial en la planta.

  1. Acuerdo social:

  • Prejubilaciones para los mayores de 52 años hasta la edad de 63, con una media de salarios brutos del 70 %, en total 16 prejubilaciones de un total del 55 afectados.

  • 14 trabajadores se mantienen hasta el 31 de diciembre de 2016.

  • Recolocaciones en las plantas del grupo Arkema en Catalunya, Francia e Italia, con ayuda para la vivienda los 3 primeros años, mantenimiento de las condiciones laborales y un año de garantía para acogerse a la indemnización a voluntad del trabajador.

  • Indemnización de 59 días por año trabajado, con el tope de 48 mensualidades.

  • La fecha de ejecución de los despidos se retrasa de marzo al 30 de junio de 2015.

Conocedora de la gran dificultad que supone poner freno a los intereses de la más rancia patronal, en este caso francesa, ELA considera fundamental para este acuerdo:

  • La decisión de luchar de la plantilla de Arkema, donde solo cada trabajador y sus familias saben el sufrimiento que eso conlleva; sin embargo, jamás la resignación ha pasado por sus cabezas.

  • La solidariad de los afiliados y afiliadas de ELA, concretada en la caja de resistencia durante todos los meses de huelga.

  • La internacionalización del conflicto, donde nos hemos puesto en contacto con otros comités de empresa para que nos apoyen en nuestra lucha.

  • El trabajo técnico-jurídico de ELA, que obligó a la empresa a retirar su primer ERE dado que fueron desmontados todos los argumentos planteados.

  • Según la reforma laboral, las indemnizaciones para esta empresa deberían haber sido de 2,5 millones de euros; el Preacuerdo supone que sean más de 11 millones de euros los que se quedan en Bizkaia.

Luchar merece la pena en todos y cada uno de los casos, y la lucha de las familias de Arkema es un referente a tener en cuenta; las multinacionales también claudican ante el trabajo y un modelo sindical honesto con las familias que sufren.