Pretenden cerrar Huyck Wangner (Perot) en Zizurkil para despedir a 75 personas
El pasado lunes, 21 de enero, los consejeros y los abogados del grupo convocaron al comité de empresa a una reunión en Donostia, para informarles sobre las nuevas medidas que quieren adoptar.
Tras una breve explicación sobre la situación en general de la compañía, fueron sus abogados quienes les dieron la noticia: Que 75 de los 81 trabajadores de la planta serán despedidos. Esta medida, por supuesto, supone el cierre de la planta.
Las razones en las que basaron su decisión fueron fundamentalmente dos: por un lado, la crisis que está padeciendo el sector del papel en general y la multinacional en particular, y por otro lado, que la maquinaria de la planta de Zizurkil está obsoleta, y su renovación supondría una inversión excesiva (entre 19 y 24 millones de euros, según ellos). Y por ello, pretenden que la producción del centro de Zizurkil sea absorbida por otras plantas, sobre todo en Italia, pero también en Alemania y Austria.
Desde el primer momento, los responsables de sindicales dejaron claro que no dan por hecho los antecedentes expuestos y les reprocharon que olvidaban una parte muy importante de la realidad. Es decir, en la reunión, lo que no quisieron decir, entre otras cosas, fue:
+ La planta de Zizurkil, aún en los años de crisis, ha dado beneficios todos los ejercicios. El año 2012, sin ir más lejos, fue un año muy bueno, con el que la compañía ha ganado mucho dinero a costa de este centro de trabajo.
+ Viendo los ratios de productividad, la planta de Zizurkil es la que mayor productividad total tiene, es decir, la que más produce por cada trabajador.
+ La renovación de la maquinaria que se utiliza aquí estaba prevista desde hace tiempo. De hecho, las máquinas están amortizadas, y además de los beneficios que ha ido obteniendo la empresa, han ido dotando a lo largo de todos estos años una provisión para su renovación.
+ Los salarios de los trabajadores tampoco es un problema, nunca lo es, aunque siempre lo utilicen como excusa. Es más, los salarios de los centros a los que se pretende llevar la producción son muy superiores a los de aquí.
En su opinión, la decisión de cerrar la planta es una decisión puramente estratégica. La deslocalización o reorganización que pretenden llevar a cabo es para incrementar aún más los beneficios, y no quieren tomar en cuenta l@s 75 trabajador@s, las 75 familias que dejan en la calle, cuando la planta estaba dando beneficios, cuando tenía el mejor ratio de productividad de la compañía y cuando las inversiones estaban previstas desde hace mucho tiempo
Los inversores y los dueños del grupo saben que la decisión es muy dolorosa e incomprensible, y prueba de ello, la actitud y las medidas que han adoptado los últimos días:
+ La semana anterior a la reunión, sacaron toda la producción que estaba almacenada en la planta a otros almacenes.
+ Han puesto seguridad privada en el recinto de la planta.
+ Desde hoy, tenemos prohibida la entrada a la empresa. Esa ha sido la razón por la que hoy hacemos la rueda de prensa en este lugar.
+ Han externalizado todo lo relacionado con la empresa: han sustituido los abogados que tenían de Donostia por otros de Madrid, la empresa y los trabajadores de seguridad privada que han contratado también son de fuera, y la dirección de la planta de Zizurkil también ha sido despedida. Es decir, nos quieren dejar aislados, sin interlocutores.
Este grave problema no es sólo de los despedidos, también afecta directamente a mucha otra gente, sobre todo en esta comarca. Por eso, han anunciado que van a socializar el problema y la necesidad de una solución. Y para ello:
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Desde hoy, van a comenzar una Huelga Total e Indefinida, que irá acompañda de muchas otras acciones en los próximos días.
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Emprenderan acciones judiciales, ya que la medida es totalmente desproporcionada.
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Buscaran la implicación de las Instituciones Públicas, ya que hay muchas maneras de dar solución a este problema, y en ese sentido tienen mucho que decir.
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Seguiran negociando con la empresa, para tratar de que se retraigan en su decisión
Para el comité, el objetivo principal en esta lucha: mantener abierta la planta, es decir, proteger los puestos de trabajo.
"Para parar a este monstruo, necesitaremos la implicación y la solidaridad de todos los agentes de la sociedad, cada uno en su ámbito y en la medida de sus posibilidades. La situación es difícil, pero el final no está escrito, y tenemos claro que no nos vamos a rendir hasta agotar la última oportunidad, hasta que escribamos otro final en favor de todos, o mejor dicho, un nuevo comienzo".