Rabanera se equivoca
Ante la amenaza de Caballito de llevar la producción de la fábrica de Jundiz a una nueva factoría del Este de Europa, al diputado general de Alava, sr. Rabanera no se le ha ocurrido mejor reacción que la de pedir a ELA "que modere sus pretensiones". Pues bien, las pretensiones, no de este u otro sindicato, sino del conjunto de los trabajadores de Caballito en huelga se concretan en los dos puntos siguientes:
1. Readmisión de dos compañeras despedidas mientras estaban de baja, en un caso por embarazo y en otro por una alergia. El diputado general debe saber que los dos despidos han sido declarados improcedentes.
2. Que la empresa se comprometa a no utilizar los despidos sin motivo como sistema de flexibilización de la plantilla, y a plantear, si resulta necesario, el correspondiente expediente de regulación de empleo.
¿Quiere explicarnos el diputado general qué es lo que hay que moderar? ¿Le parece bien al Sr. Rabanera que empresas que han recibido cuantiosas ayudas públicas se aprovechen del embarazo o la enfermedad de una trabajadora para despedirla? ¿Es partidario el diputado general de que se utilicen despidos fraudulentos para encubrir reestructuraciones de plantilla? ¿No sería más lógico que el diputado general se dirigiera a la empresa para pedirle que modere su actitud autoritaria y abusiva?
Esta misma mañana el Comité de Huelga ha sido expulsado entre insultos del Gerente, José Ignacio González, de la planta de CABALLITO cuando ejercía su derecho fundamental de velar por que no se cercene el derecho a la huelga con la sustitución de huelguistas. Quizá el señor Rabanera debiera de pedir moderación a un gerente que carece de cualquier atisbo de sentido común y que ha hecho de la arrogancia y el insulto una forma de vida.