Sistemática vulneración del derecho a la huelga de las limpiadoras del museo Guggenheim

Por un lado, la contrata que realiza el servicio de limpieza (Ferrovial) ha reorganizado todo el trabajo entre el poco personal que no realiza la huelga y ha realizado ampliaciones de contratos, en un burdo intento de invisibilizar los efectos de la huelga. Por otro, el Ayuntamiento de Bilbao ha ordenado a la brigada de la limpieza viaria extender sus tareas de limpieza para cubrir zonas cuya limpieza corresponde a las trabajadoras en huelga. Es necesario recordar que el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, es miembro del Patronato y del Comité Ejecutivo del Museo. Por último, la empresa que gestiona el catering del Museo (Andamabi) ha ordenado a sus trabajadores realizar tareas de limpieza que hasta ahora no realizaban, con el ánimo de no perturbar las elegantes galas que organiza el Museo en sus instalaciones.
Evidentemente, las trabajadoras en huelga no casan bien con la imagen de lujo y elegancia que el Museo y el Ayuntamiento pretender dar de cara a la galería.
ELA insta a todos los agentes implicados en este asunto a sentarse a negociar y a sentar un ejemplo sobre la igualdad de la que predican en sus apariciones públicas.
En estos días en los que la Diputación de Bizkaia nos habla sobre las bondades de financiar un nuevo museo Guggenheim en Urdaibai con dinero público, el pueblo debe conocer las condiciones miserables en las que trabajan los colectivos subcontratados del Museo, una miseria financiada por todas nosotras mientras se destinan ingentes cantidades de dinero a un modelo turístico que sólo esconde precariedad.
El colectivo de las trabajadoras de la limpieza del Guggenheim está en huelga desde el pasado 11 de junio en defensa de unas condiciones laborales y salariales dignas y en lucha contra la brecha salarial que las limpiadoras de todo el sector padecen en comparación con el colectivo de la limpieza viaria.