Concentración de la plantilla para denunciar el acoso permanente que sufren y el despido a una representante de ELA

La persona despedida, de 46 años, lleva en el centro desde su apertura, y ha destacado la actitud de la empresa cuando fue nombrada delegada: "Cuanto fui elegida como representante de ELA el trato hacia mí fue muy duro: aisalmiento durante mi jornada laboral, funciones y puestos de trabajo que perjudican mi salud en contra de los criterios que marcaba mi médico, barreras para trasladar información del sindicato a mis compañeras", ha denunciado. "Además, llevo años sin cobrar la prima, una prima que se paga tras aprobar una valoración totalmente arbitraria y subjetiva, que se nos niega a quienes molestamos con nuestros derechos".

Ese trato no se limita a la persona despedida, asegura. "Ante esa amenaza trabaja día a día toda la plantilla. Cambios de horarias sin respetar las normas legales, descansos semanales que no se respetan, un ritmo de trabajo insostenible, presiones para una pronta recuperación cuando una trabajadora causa baja, tener que acabar en los juzgados para hacer respetar una concreción horaria por cuidado y conciliación… las situaciones que vulneran los derechos laborables son innumerables".

En el caso de la persona despedida, ha estado de baja. La empresa considera que la baja es un fraude, afirmando que las causas de la baja no son ciertas, y le atribuye problemas de disciplina y falta de voluntad. "Un despido que no es más que el reflejo de la actitud antisindical y acosador de esta empresa", añade. Ante la falta de veracidad de estos argumentos, ELA ha presentado una denuncia ante los juzgados.

ELA lleva años denunciando la actitud antisindical de Mercadona. Recordemos que en octubre el Gobierno de Navarra multó a Mercadona con 7.500 euros por vulnerar la dignidad de la plantilla. En 2019, el Juzgado de lo Social de Gasteiz condenó a Mercadona por no pagar un complemento a un representante de ELA calificando dicho comportamiento como antisindical y condenó a Mercadona a pagar al trabajador 3.550 euros. Son sólo unos ejemplos que junto con las muchas denuncias que ha realizado el sindicato demuestran que el de Irun no es un caso aislado.

Por ello, ELA ha denunciado en varias ocasiones la actitud antisindical de Mercadona tanto ante la empresa como en inspección de trabajo y en los juzgados. Aunque las declaraciones de la inspección de trabajo son contrarias a la empresa y ELA ha ganado sentencias en los juzgados, la empresa no ha cambiado su postura. Lo que sufre la plantilla irundarra es un ejemplo de ello.