"China cierra la ACB"

10/02/2016
Ese es el titular que algunos interesadamente quieren hacernos creer, ante la decisión de Arcelor Mittal de paralizar la producción de acero de la ACB de “forma indefinida”. ELA quiere realizar una reflexión pausada de lo que ha ocurrido las últimas semanas respecto del futuro de la ACB.

Las instituciones vascas han respondido a la decisión de Arcelor Mittal con acciones que han buscado una repercusión mediática importante, incluido el viaje a Bruselas del lehendakari Urkullu, identificando a las exportaciones chinas como culpables principales de la decisión.

Sin embargo, para ELA la decisión de Arcelor Mittal no ha sido una sorpresa. Las decisiones pasadas respecto de la ACB y denunciadas en su momento por nuestro sindicato hacían presagiar esta decisión. En el año 2011, el Gobierno Vasco (liderado por un Lehendakari de la margen izquierda, Patxi López) y la BBK eran dueños de un 20% del accionariado de la empresa y formalizaron su salida del capital de la ACB, recibiendo 21,7 millones cada una de las partes.

Nos posicionamos en contra de esa venta, ya que comprometía el futuro de la ACB. El 29 de febrero de 2012, en una rueda de prensa celebrada en Bilbao, denunciamos que Arcelor Mittal no apostaba por la ACB, que contaba entonces con poca carga de trabajo y una plantilla muy veterana. Un mes más tarde nos reunimos con el Gobierno Vasco. Al término de ese encuentro manifestamos que “la venta de las acciones con las que se contaba en la ACB fue un gran error que puede tener repercusiones en el futuro”. La Diputación de Bizkaia ni siquiera nos quiso recibir.

La venta de acciones contenía un compromiso que consideramos imprescindible conocer para entender la situación actual, “Arcelor Mittal garantiza hasta 2016 la actividad de Sestao y, una vez pasados cinco años, la multinacional podrá decidir el cierre o la venta de su filial” (Expansión, 03/05/2011). Nada más iniciado 2016 la empresa ha impuesto el cierre temporal.

Ante los referidos datos, objetivos y verificables, ELA considera que el principal culpable de lo que pueda ocurrir con la ACB es Arcelor Mittal. A su vez, hay que señalar que si actualmente el 20% del accionariado perteneciese a las instituciones vascas, la situación de la ACB no sería tan comprometida. La nula política industrial de los diferentes equipos que se han sucedido en el Gobierno Vasco y el que las Kutxas vascas, ahora bancarizadas, no asuman compromiso social alguno con nuestro país, facilita las decisiones de las multinacionales. Nuestro país es vanguardia del pensamiento neoliberal, con unos dirigentes extremadamente serviciales ante los pedidos del capital; así nos va. En la cúspide de esa política neoliberal se encuentra la UE, siempre veloz para imponer recortes sociales a los más débiles, pero incapaz de procurar una respuesta a las necesidades de la industria europea ante el dumping chino. Dumping que también se practica en materia laboral por estos lares, donde los partidos que sostienen el gobierno (PNV y PSOE) se niegan a aprobar la iniciativa Legislativa Popular impulsada por ELA para que los y las trabajadoras subcontratas por la administración tengan garantizadas unas condiciones dignas. Lo de bajar condiciones laborales a costa de quienes trabajan, no es tampoco una práctica Asiática, en Euskal Herria tenemos alumnos aventajados en la materia.

Es necesario recordar que la carga de trabajo asignada a la ACB para los próximos meses ni se ha perdido, ni se va a producir en China; sólo ha sido desviada a otras plantas de Arcelor Mittal. Quienes desde las instituciones ponen el foco en China están haciendo un favor a la dirección de la empresa. No es algo nuevo que las multinacionales tengan su complicidad, o reciban directamente dinero público.

Sirva como ejemplo que Arcelor Mittal dispone de un expediente aprobado y acordado con el sindicalismo mayoritario estatal desde el año 2009, que se puede aplicar en todas las plantas del Estado, que ha sido prorrogado varias veces y permite a la empresa enviar a los y las trabajadoras al desempleo a su antojo, utilizando las cotizaciones y el desempleo de la plantilla para financiarse.

Después de describir la situación, ELA considera que ni mucho menos debemos dar por pérdida la ACB. Es hora de luchar y de ganar un futuro mejor para quienes vivirán dentro de unas décadas en Ezkerraldea. Sin desviar la atención ni poner el foco en la lejanía (China), es hora de exigir que Arcelor Mittal garantice el futuro de la ACB.

Las instituciones se tienen que implicar al 100% en ese objetivo, y a los trabajadores y trabajadoras directos y quienes trabajan en las contratas nos toca pelear. Hacemos un llamamiento a los sindicatos estatales para que no colaboren en el desmantelamiento industrial de Ezkerraldea.

Arcelor Mittal suele intentar gestionar los problemas sociales que generan sus decisiones con acuerdos de élites políticas y sindicales que empobrecen a la clase trabajadora. ELA no se prestará a eso.