Continúan las huelgas de mujeres después del 8 de Marzo

15/03/2019
Adolfo Muñoz “Txiki” Secretario general de ELA
El Gobierno Vasco anunció dos días antes del 8 de Marzo un Plan contra la Brecha de Género. Era igual de pomposa la presentación como vacío de contenido el Plan. El mejor ejemplo de ese vacío es que las huelgas protagonizadas por las mujeres de las Residencias de Gipuzkoa, las limpiadoras de Garbialdi de Comisarías y Juzgados de Gipuzkoa y las de Ayuda a Domicilio de Bizkaia continúan porque nada de dicho plan cambia su situación.

Nada es nada. Ni brecha salarial, ni ratios… A falta de contenido real, propaganda. En el Boulevard de Radio Euskadi se presentó la noticia del Plan del Gobierno diciendo: “Ofensiva del Gobierno Vasco contra la brecha salarial”. Es parte de la política “espectáculo”, donde lo importante es lo que dices, no lo que haces.

Este 8 de Marzo las movilizaciones han vuelto a ser impresionantes. ELA ha llamado la atención sobre el intento de las instituciones (Gobiernos, Diputaciones…) de apropiarse, con mensajes neutros y desideologizados, de un día de reivindicación. Lo hacen para eludir responsabilidades y no verse interpelados. Son las administraciones las que deciden subcontratar los trabajos de cuidados ocupados mayoritariamente por mujeres. Saben, cuando lo hacen, que las condiciones de trabajo que imponen son precarias; que los ratios hacen imposible un servicio de calidad… Sin embargo, cuando las mujeres se organizan y hacen una huelga contra la brecha salarial y exigir más personal, las instituciones les dicen: “no somos responsables; es un conflicto entre la empresa subcontratada y sus trabajadoras”. Lo dicen el Lehendakari, los diputados generales y sus diputadas de bienestar social... los mismos que el 8 de Marzo y los días previos hablaban de igualdad.

Pues eso, que las huelgas continúan porque no les hacen ni puñetero caso. En una reunión con un alto cargo en la que ELA exigía que el Gobierno se implicara para solucionar el conflicto de limpiadoras de Juzgados y Comisarías (llevan más de seis meses de huelga), recibimos esta respuesta: “lo de la brecha no va de subir salarios”. ¡Acabáramos! Lo que no nos dijo es que dictarían un decreto de servicios mínimos para obligar a las mujeres a limpiar el 100% de los servicios. Las mujeres que trabajan en los sectores de cuidados tienen dos graves problemas: el primero, que están discriminadas en salarios y en cuanto a la precariedad de sus empleos, y el segundo, que cuando van a protestar, se les limita el ejercicio del derecho de huelga, hasta hacerlo casi impracticable. Sí, las mujeres en esos sectores no tienen las mismas armas de defensa que tienen los hombres en otros sectores.

Para las mujeres sindicalistas el feminismo no se puede entender sin una perspectiva de clase y el sindicalismo, tampoco sin una perspectiva feminista. Por eso, creemos que la aportación del sindicalismo a la lucha feminista está siendo cualitativa y cuantitativamente muy importante. Entre otras cosas porque hay que seguir dando, día a día, contenido real a esa lucha. Las huelgas dejan en evidencia una gran hipocresía. Los responsables políticos siguen discriminando a las mujeres en los sectores feminizados, precisamente porque son mujeres.