Inspección de Pesca: ¡Negociación ya!

11/08/2022
Lorea Izagirre (ELA-Gizalan)
Los inspectores de pesca son los funcionarios de la Administración General del Estado encargados de realizar el control e inspección en las lonjas y muelles de los pesqueros. También realizan inspecciones marítimas en aguas bajo soberanía del Estado español, aguas comunitarias y caladeros internacionales, así como misiones de vigilancia a bordo de aeronaves.

Desde 2011, se rigen por una Instrucción de jornadas y horarios que no contempla la disponibilidad y flexibilidad que requiere el servicio, ya que la actividad pesquera tiene lugar durante las 24 horas del día, sin que puedan preverse los periodos de actividad, debido a la incertidumbre inherente del sector pesquero. Los inspectores de pesca han seguido trabajando durante años, voluntariamente, para maximizar la eficacia del servicio, lo que implicaba una disponibilidad total, jornadas maratonianas y la imposibilidad de la conciliación de la vida laboral, personal y familiar. La Administración, por su parte, ha alentado este modo de trabajo, soslayando la propia Instrucción de horarios, pues ha sido siempre consciente de su ineficacia para el servicio.

Los dos Ministerios de los que dependen los Inspectores de Pesca (Ministerio de Agricultura y Pesca, y Ministerio de Política Territorial) han desoído las reclamaciones del colectivo para mejorar horarios de trabajo, carrera profesional o riesgos laborales. Por ello, el colectivo ha planteado el cumplimiento estricto de la regulación de horarios, lo que ha obligado a la Administración a abrir un proceso de negociación que lleva 7 meses estancado.

Tras medio año de la aplicación del régimen de horarios, con campañas que ya han llegado a su fin (caballa, anchoa...), se constata que se ha producido un descenso de casi un 50% en las inspecciones durante la costera respecto a 2021. Este verano tampoco se estan inspeccionando los rastreos pelágicos irlandeses con lo que esto supone para los pesqueros vascos. Por otro lado, tampoco se está alcanzando el número mínimo de inspecciones exigidas por Europa, no solo en la caballa, sino en otras como el atún rojo y pez espada en el Mediterráneo, donde la reducción en el número de inspecciones ronda el 40%.

La falta de disponibilidad, con horarios prefijados con un mes de antelación, hace casi imposible acertar con los horarios de descarga, por lo que en numerosas jornadas no se han realizado inspecciones. En algún servicio, estas jornadas sin actividad han supuesto hasta el 50%. La respuesta de la Secretaría General de Pesca, lejos de retomar las negociaciones, ordenó la movilización un elevado número de Inspectores de Pesca de otras CCAA al Cantábrico Noroeste para aumentar las inspecciones. Ello ha supuesto un elevadísimo despilfarro de dinero público.

Por otra parte, el cumplimiento estricto de la Instrucción de horarios conlleva otros problemas: aunque la inmensa mayoría de la flota cumple la normativa, los Inspectores de Pesca Marítima han comenzado a recibir quejas sobre barcos que “se saltan las reglas” al no haber tanta presencia de inspectores, lo que perjudica al resto de la flota; sobre el escaso número de inspecciones realizadas a la flota de otros Estados y descargan en nuestros puertos, así como el abandono del control de otras pesquerías como la anchoa.

ELA reitera la importancia de dotar a inspección de una disponibilidad que permita el seguimiento a la flota y que la Secretaría General de Pesca deje de pretender que los Inspectores de Pesca realicen esta labor fuera de su horario laboral. ELA denuncia que para el Ministerio, ni las demandas del sector ni sus problemas son una prioridad, y no hay por su parte una intención real de solucionar la disminución en el control de las actividades de la flota.