La pelea por las pensiones se da en la calle

19/09/2018
Mikel Noval, responsable de Política Social
El Pacto de Toledo se puso en marcha en 1995, por acuerdo en el Congreso español. El Pacto parte de la falsa premisa de que el sistema de pensiones es insostenible, y que, por tanto, es necesario adoptar diferentes medidas de recorte (reducir las nuevas pensiones, retrasar la edad de jubilación, etc.).

En realidad es un espacio constituido para dar cobertura a los sucesivos recortes, con el consenso de las fuerzas políticas mayoritarias tradicionales. ELA ha denunciado ese Pacto, que debería ser desmontado.

Las importantes movilizaciones llevadas a cabo por las personas pensionistas han cambiado el terreno de juego. Una vez más ha quedado claro que para avanzar en los derechos sociales la vía es la movilización y la lucha. Una de sus exigencias, junto a la dignificación de las pensiones (1.080 euros de pensión mínima), es la de garantizar el poder adquisitivo de las pensiones.

Las reivindicaciones de las personas pensionistas se han colado en el debate político. Muy a pesar de fuerzas como PP, Ciudadanos y el PNV, que en su día intentaron cerrar en falso ese debate al acordar los presupuestos del estado español para 2018 con unas mejoras claramente insuficientes respecto al proyecto de Rajoy. Pero les salió mal la jugada. No vale con dos años de garantizar el poder adquisitivo sin cambiar la ley.

En la misma línea de aparentar que las cosas cambian, resucitaron el Pacto de Toledo para discutir qué hacer sobre la revalorización de las pensiones. Con diversas filtraciones interesadas se ha pretendido desmovilizar a las personas pensionistas con el discurso de que en el Pacto de Toledo se han hecho cargo del problema, y que tienen buena voluntad.

Nada más lejos de la realidad. En realidad PP, PSOE, Ciudadanos, PNV y PdeCat siguen sin aceptar que la subida de las pensiones se haga garantizando el IPC (como plantean Podemos, ERC o grupos que no forman parte de la Comisión, como EH Bildu).

Además, las normas del Pacto permiten que eso se haga con total opacidad (no se conocen las propuestas que realmente se están poniendo encima de la mesa), lo cual ya nos debe poner en alerta. Está bien que conozcamos la tesis de Pedro Sánchez, pero estaría mejor que fuese obligatorio que supiésemos qué propone cada partido sobre la revalorización de las pensiones.

El diálogo social es la otra cara del Pacto de Toledo. Asumiendo las tesis de la inevitabilidad de los recortes se ha dedicado a debatir si hay que cortar la mano o todo el brazo.

ELA se ha venido oponiendo a este marco y a este proceso, con diversas movilizaciones. El 27 de enero de 2011 convocamos una huelga general contra el retraso de la edad de jubilación a 67 años y otros recortes (como el Factor de Estabilidad), acordados por CCOO y UGT con Zapatero. El 26 de septiembre de 2012 convocamos huelga general contra la reforma de Rajoy.

La batalla por las pensiones se tiene que seguir dando en la calle. Por ello, vamos a seguir apoyando las justas demandas de las personas pensionistas y su opción de seguir con la movilización. Solo así vamos a ganar esta pelea.