Ley de Policías, una oportunidad perdida

15/11/2017
Imanol Pascual Ariz - responsable de negociación colectiva
El Proyecto de Ley de Policías, finalmente rechazado en el Parlamento, ha evidenciado la necesidad de abordar entre todos los agentes implicados una reflexión sobre el modelo de policía que necesita la sociedad Navarra.

Policía Foral; un cuerpo polarizado entre altos mandos y resto del cuerpo

El modelo policial impuesto por UPN durante tantos años ha establecido una Policía Foral cada vez más jerarquizada que otorgaba a los altos mandos una arbitrariedad enorme, donde por encima del mérito o la capacidad se premiaba la obediencia y los privilegios (altos mandos incluso cobraban plus de turnicidad sin trabajar a turnos).

La Ley 15/2015 impulsada por ELA, UGT, CCOO y Afapna fue aprobada en la anterior legislatura con los votos de Bildu, PSN, Aralar, Izquierda Unida y la abstención de Geroa Bai. Esta ley permitió desmontar en parte ese modelo policial de UPN y trajo consigo un reparto más justo de la masa salarial.

Es evidente que la Ley 15/2015 perjudicó a los altos mandos que tan bien habían vivido en los tiempos de UPN. Prueba de ellos es que decidieron organizarse para defender sus privilegios; lo hicieron durante la tramitación de la 15/2015 (comparecencias parlamentarias, concentraciones ante los sindicatos impulsores de la ley...), y lo han seguido haciendo en esta legislatura llegando a chantajear al propio Gobierno (en septiembre de 2016 prácticamente todos los altos mandos de la Policía Foral presentaron su dimisión para que no aplicase la Ley 15/2015).

Por desgracia, y de manera incomprensible para ELA, el Gobierno de Navarra actual decidió dar pasos en la dirección que solicitaban esos altos mandos y presentó un proyecto de ley a su medida. El actual director de Interior y el jefe de la Policía, que fueron parte activa de las protestas en contra de la 15/2015, han sido los inspiradores de la Ley Foral que se rechazó en el Parlamento este pasado 19 de octubre. Aquí radica el principal error del Gobierno y la Consejera Beaumont; nombrar para esos cargos a personas que durante años habían sostenido el régimen de UPN.

La Ley 15/2015 no supone el repliegue de la Policía Foral

Bildu y Geroa Bai han sostenido que mantener la Ley 15/2015 supondría que la Guardia Civil y la Policía Nacional asumieran más competencias. De inicio, se trata de un argumento incoherente; ambos partidos permitieron aprobar esa ley en 2015. Por otro lado, los problemas operativos de la Policía Foral no radican en la Ley 15/2015 sino en el posterior Decreto Foral que regula las jornadas. Ese Decreto, aprobado en la actual legislatura, fue ideado por los altos mandos con el objetivo de boicotear la 15/2015 para justificar su derogación.

En cualquier caso, la mayor asunción de competencias por parte de la Policía Foral tiene más que ver con la negociación entre Navarra y el Estado. ELA es el único sindicato a favor de que la Policía Foral asuma mayores competencias, proceso que debe ir acompañado de una disminución de la presencia de otras fuerzas policiales. Para ello, el Gobierno debe apostar por incrementar la plantilla mediante OPEs, pero también debe disputar al Estado las competencias propias de Navarra.

Nula habilidad negociadora

La falta de habilidad negociadora ha sido una constante desde el inicio de la legislatura. A la hora de negociar, no solo basta con mostrar en público una disposición a la negociación, es necesaria otra actitud; fomentar el contraste, la confianza, el respeto, y sobre todo tratar contenidos sin tener que esperar al último momento. Elementos básicos a la hora de acometer una negociación. Nada de otro mundo, basta mirar por ejemplo el acuerdo alcanzado por el Ayuntamiento de Iruña treces años después de la firma del último convenio, un acuerdo con un respaldo muy amplio de sindicatos de clase y de sindicatos corporativos de policías.

El principio democrático de las mayorías

En la fase final del trámite parlamentario Bildu y Geroa Bai se mostraron favorables a la aprobación de la ley, incluso sin el respaldo de la mayoría sindical. Se trata de un hecho muy grave, de una posición inaceptable en términos democráticos, donde el respeto a las mayorías es una condición elemental en cualquier acuerdo.

Justificar la aprobación de leyes que afectan a condiciones laborales sin el apoyo de la mayoría sindical apelando al “interés general”, justificaría que el Gobierno legislase a base de decretos en vez de buscar mayorías parlamentarias. Implanteable ¿verdad?.

Un nuevo modelo policial con más competencias

El modelo policial es una parte importante en la organización de cualquier sociedad. Por eso desde ELA consideramos que todo este proceso en torno a la Ley de Policías ha sido una oportunidad perdida. Tras años de gobiernos de UPN, con un desarrollo partidista en el modelo e insuficiente en cuanto a su implantación, es tiempo de abordar qué modelo policial necesita Navarra. ELA apuesta por el desarrollo integral de la Policía Foral para conseguir un modelo policial que defienda el cumplimiento escrupuloso de los derechos humanos, de proximidad, profesional, de carácter civil, con perspectiva de género y donde se respeten los derechos lingüísticos de la ciudadanía.

Por último, ELA reitera su disposición a seguir trabajando en la Mesa Sectorial. Hay margen para mejorar el funcionamiento de Policía Foral y Policías Locales, y estamos dispuestos a negociar con el Gobierno de Navarra y con la Federación Navarra de Municipios y Concejos, teniendo claro que la solución no pasa por aprobar leyes a medida de los altos cargos a costa de precarizar condiciones de trabajo.