política fiscal

No cuadran las cuentas

12/12/2024
Aitor Murgia, responsable del Gabinete de Estudios de ELA
Este pasado 9 de diciembre el Lehendakari Imanol Pradales participó en un foro organizado por el periódico El Correo y el Banco Santander. Por las cosas que dijo, no parece que el foro le resultara un territorio hostil. Es más, dejó de lado el look de camisa remangada y sacó su versión “cuelliblanca” más neoliberal.

Dejó unos cuantos titulares que dan para varios artículos, pero me voy a centrar en el de las cuentas públicas. Como era de esperar, en un foro organizado por y para el ámbito privado, no podía faltar poner en cuestión “lo público”, y el Lehendakari no comparte que deba ocupar todos los espacios. Muestra de ello es el insuficiente proyecto de presupuestos para 2025, donde se mide la voluntad del gobierno para poner en valor “lo público” y en donde no vemos ningún atisbo de cambio respecto a los presupuestos del Lehendakari Urkullu. No debemos olvidar que “lo público” sirve para garantizar unos servicios universales y gratuitos en ámbitos tan fundamentales como la sanidad, educación, la vivienda o los cuidados. También sirve en numerosas ocasiones para salvar a lo privado. Lo privado no garantiza ningún derecho.

Pradales también lanzó un dardo sobre cómo se financia el gasto público. Señaló que el uso de la deuda pública es “pan para hoy y hambre para mañana”, cosa en la que podríamos, con matices, estar de acuerdo. Lo que no me cuadra es que esa afirmación venga en un momento en el que la deuda pública va a tener un papel central en el cierre de presupuestos del Gobierno Vasco de 2024 (se va a emitir toda la deuda que estaba presupuestada, cosa que no ocurría en los años anteriores) y cuando la deuda pública es la partida que más crece de cara al presupuesto de 2025 (un 20%). ¿En qué quedamos?

Tampoco se olvidó de recordar que “los recursos son finitos”, refiriéndose al dinero que hay para hacer frente al gasto público. Sabemos que son finitos, pero, sobre todo, sabemos que son insuficientes. Si la recaudación fiscal fuera la misma que la media europea, se recaudarían 6.400 millones de euros más al año en la CAPV. También sabemos que son injustos, ya que la clase trabajadora paga cada vez más impuestos y el capital menos. En este sentido, tampoco me cuadra la connotación de escasía que le da el Lehendakari a los ingresos públicos, frente al de suficiencia que le dan los textos de la reforma fiscal que se está debatiendo en estos momentos.

Porque recordemos que estamos en pleno debate fiscal y que sería posible aumentar esos recursos que son finitos sin necesidad de recurrir a la deuda pública. Sin embargo, la que pretendía ser una reforma fiscal se ha quedado en una revisión, y no es más que un listado de deducciones que menguarán, más aún, unos ingresos públicos insuficientes (esto no solo lo dice ELA, también lo dicen las Diputaciones). Pero claro, para poder aumentar “lo público” el Lehendakari tendría que subir los impuestos a aquellos y aquellas que participaban en el foro, y no hay ninguna voluntad para ello.

Por eso me cuadran algunas afirmaciones que hace el Lehendakari con el modo de operar de las administraciones vascas: dice que no debemos endeudarnos mientras aumenta la deuda pública. También dice que los recursos son finitos, pero se niega a aumentarlos.

En ELA creemos que hay que aumentar el gasto público y para ello no es necesario recurrir al endeudamiento. Lo que es necesario es aumentar los ingresos públicos y hacerlo, además, de forma que las empresas y el capital aporten mucho más de lo que hacen hoy en día. Porque no hay justicia social si no hay justicia fiscal.

Por ello, mañana viernes 13 en Iruñea y este sábado 14 de diciembre en Bilbao nos manifestaremos para reivindicar más impuestos al capital, menos fraude fiscal y más derechos sociales.