No es posible una defensa conjunta

11/04/2018
Adolfo Muñoz "Txiki"- secretario general de ELA
Todos los sindicatos no defendemos la aplicación prioritaria de los convenios colectivos vascos. Y todas las patronales tampoco. Si los defendiéramos sería posible, y deseable, una defensa conjunta el 24 de abril ante el TSJPV contra la impugnación del Acuerdo Interprofesional (AI).

La patronal de las empresas de restauración colectiva, FEADRS, ha impugnado el Acuerdo Interprofesional firmado por ELA, LAB, CCOO y UGT con Confebask; un acuerdo que tenía por objeto que los convenios colectivos vascos se aplicaran con preferencia a los estatales. Con su impugnación, FEADRS quiere que sus empresas asociadas (Eurest, Sodexho, Serunion...) apliquen el Convenio Estatal de Restauración Colectiva. Un convenio miserable para las trabajadoras de ese sector. Algunas de estas empresas multinacionales tienen un plan, muy desarrollado, en el que actúan como depredadoras de las condiciones de trabajo. En ese plan contemplan, incluso, acabar con las pequeñas patronales que se resisten a sus estrategias de imponer un modelo de negociación colectiva que, basado con exclusividad en el Convenio Estatal, uniformice a la baja las condiciones de trabajo en todo el Estado. No está de sobra decir que las personas afectadas son mujeres y que, si de verdad preocupa la brecha salarial, las empresas o administraciones que las contratan deberían oponerse a estas situaciones de explotación. Lo que hacen falta son hechos, no palabras. Hay que recordar que FEADRS es una patronal que está afiliada a la CEOE, igual que Confebask.

Por su parte, CCOO y UGT -en concreto, sus Federaciones españolas- impugnaron el Acuerdo Marco Sectorial de Hostelería (AMSH) firmado por ELA y LAB con la Federación de Hostelería y Confebask. Ese acuerdo pretendía que se aplicaran los Convenios de Hostelería vascos. La impugnación de CCOO y UGT tenía el mismo objetivo que la de FEADRS contra el Acuerdo Interprofesional: que se aplique en la CAPV el convenio estatal que firmaron CCOO, UGT y FEADRS. Es tan común el objetivo que defienden unos y otros que, en el juicio celebrado en Bilbao el 24 de octubre de 2017, la defensa más activa de la posición planteada por CCOO y UGT (los demandantes) la desarrolló en el juicio el abogado de FEADRS, que acudió como parte interesada. Hasta ahí llega la complicidad. Esta patronal calificó los convenios vascos de “régimen feudal”.

Así pues, los dos acuerdos vascos (AI y AMSH) son impugnados por FEADRS, CCOO y UGT con el mismo objetivo: que se apliquen a las nuevas contrataciones un 50% menos de salario y una jornada anual de 70 horas más al año que la establecida, por ejemplo, en el Convenio de Hostelería de Bizkaia. Casi nada.

La reforma laboral de Zapatero (2011) posibilitó que la patronal y los sindicatos españoles (CCOO y UGT) pudieran dejar sin efecto la negociación colectiva vasca. CCOO, UGT y algunas patronales españolas están haciendo uso de ella. Es obligado recordar que aquella reforma se aprobó gracias a la abstención del PNV; sí, la “estatalización” de la negociación colectiva no mereció su voto en contra.

En el ámbito vasco, CCOO y UGT hacen como si la cosa no fuera con ellos, cuando son sus Federaciones estatales las que firman esos pésimos convenios, las que establecen en ellos que no podamos negociar y las que han impugnado el AMSH. A CCOO, UGT y la patronal española les da igual que quienes defendemos los convenios vascos podamos tener, por ejemplo, el 100% de la representación de las trabajadoras o el 100% de la representación patronal vasca. Les da igual; ellos cierran el grifo en Madrid y se acabó. Esto, en nuestra opinión, es un ataque a la libertad sindical. No hay libertad sindical en la práctica, si a la representación sindical libremente elegida se le impide negociar colectivamente.

Cuando se aprobó esta reforma, ELA anunció que la estatalización de la negociación colectiva, unida a otros instrumentos impuestos por las reformas (eliminación de la ultraactividad indefinida, prioridad del convenio de empresa sobre el sectorial, inaplicación del convenio, modificación de las condiciones de trabajo…), podía ser utilizada como un instrumento de empobrecimiento de los trabajadores y trabajadoras vascas. Así está sucediendo. Por eso, porque aquella reforma y su uso son actuaciones muy graves, ELA solicitó una reunión con el Lehendakari Urkullu. Queríamos explicarle cómo actúan las empresas y quienes se sientan con su Gobierno en la mal llamada “mesa de diálogo social”. Se negó a recibirnos. El Lehendakari prefiere, siempre que puede, aparecer de la mano de la patronal y estigmatizar a quienes nos dedicamos a organizar a la gente para que, luchando, puedan dignificar sus condiciones de trabajo.

¿Qué acciones va a poner en marcha ELA contra la impugnación de FEADRS? Defenderá en los tribunales la prioridad de los convenios vascos; trasladará a los partidos políticos vascos que nos encontramos ante un problema de naturaleza política y que, con rigor, no se puede hablar de autogobierno vasco sin garantizar el derecho a la negociación colectiva; exigirá a las empresas y administraciones que contratan con este tipo de empresas que impidan estas prácticas de explotación, y, además, va a plantear acción sindical en las empresas asociadas a FEADRS para que no discriminen a las mujeres que se incorporan a este sector.

Para hacer frente a esta situación, ELA trasladó hace semanas a LAB la necesidad de responder con una huelga en las empresas representadas por FEADRS y este sindicato rechazó llevar a cabo acciones conjuntas en los ámbitos reales donde estas empresas extienden precariedad y miseria. Conociendo cuál era nuestra posición, LAB nos sorprendió emplazándonos a la convocatoria de una hipotética huelga general para… el mes de mayo. En nuestra opinión, la lucha contra la precariedad no es un debate que se vaya a ganar por elevación; debe ser disputada, en base a organización, en los ámbitos reales donde la patronal la impone. ELA, por su parte, ha convocado huelga en estas empresas para el día 24 de abril, coincidiendo con la celebración del juicio. Lamentamos, sinceramente, este desencuentro.