Nuestro orgullo

En tiempos en los que el odio se cuela por los huecos que dejan la falta de certezas y seguridades. A pesar del odio y más allá del odio.

Entiendo el deseo como una expresión de lo que somos (las identidades), y lo que está claro es que quienes somos, estamos aquí; quizá por casualidad, quizá por sorpresa, ojalá por decisión.

Nuestros deseos tienen además algo de transformador, ya que ponen frente a frente lo que debería ser y lo que de facto es; Me debería gustar ponerme vestidos y de facto no me gusta. Me debería gustar el futbol y de facto no me gusta. Me debería gustar Ander y me gusta Maider.
Debería ser Ander y soy Maider. Incluso en ocasiones para sorpresa de una misma.

Para acabar; hoy salimos a las calles; por que el orgullo que hace negocio con la lucha LGTBI+ y la vacía de contenido político no es el nuestro. El derroche y lavado de cara de los ayuntamientos que quieren hacer uso de nuestras identidades Transmaribibollos como atractivo turístico, y de quienes ponen la alfombra roja al sionismo mientras hablan de libertades no son nuestro orgullo.

Nosotras ya sabemos cual es nuestra lucha.