¿ Se han vuelto locos ?

04/04/2018
Adolfo Muñoz "Txiki", secretario general de ELA
ELA criticó al Gobierno Vasco -y al de Nafarroa- por primar el superávit y el pago de la deuda en vez de atender las necesidades sociales en educación, sanidad, RGI… Lo hicimos al conocer los datos de superávit -o de déficit- de todas las Comunidades Autónomas y comprobar que la CAPV y Nafarroa tenían el superávit más alto de todo el Estado.

La contestación por parte del Gobierno Vasco llegó el jueves día 29 y no tenía desperdicio: nos emplazan a repartir el dinero del sindicato entre las personas paradas, añadiendo en su valoración “si es de recibo... que un sindicato de clase nade en la abundancia”. La verdad es que te puedes frotar los ojos. ¿A quién se le ocurre semejante barbaridad? ¿De qué Escuela de Negocios ha salido esta gente? ¡Vaya desvarío!

El sindicato ha hecho una crítica política. Ni más, ni menos. Igual que Confebask critica a Azpiazu cuando éste dice que hay que subir los salarios.

Lo que el Gobierno Vasco no tolera -y no es una novedad- es que existan organizaciones con autonomía para elaborar críticas a sus políticas y plantear alternativas. Este Gobierno necesita clases de democracia. No soportan que ELA ponga todos nuestros medios, humanos y económicos, al servicio de la clase trabajadora vasca. Todos son todos. Nosotros y nosotras, Sr. Lehendakari, no repartimos beneficios. Dedicamos las cuotas que voluntariamente abonan las personas afiliadas a defender los intereses de los y las trabajadoras. Por ejemplo, destinamos el 25% de la cuota de cada persona afiliada a la Caja de Resistencia para ayudar a las personas afiliadas que hacen huelga a mejorar sus condiciones de trabajo.

La nota del Gobierno refleja un desprecio sin límites al hecho sindical. Para hacérselo mirar. El Gobierno Vasco, claro está, preferiría que nuestra organización estuviera hipotecada con la banca o que dependiéramos de subvenciones publicas para -como se ha hecho en el Estado- poder ahogar al sindicalismo si no se comporta como ellos quieren. Saben que no es nuestro caso, que no dependemos de ellos, y por eso pierden los papeles diciendo estas barbaridades.