Tuvisa: El servicio público no puede medirse en euros

15/01/2024
Ekaitz Oianguren - ELA Gasteiz servicios públicos
Las palabras de Iñaki Gurtubai, concejal del Ayuntamiento de Gasteiz y presidente de Tuvisa, han sido muy esclarecedoras, porque ha manifestado lo que otras personas con responsabilidades políticas no se atreven a decir: varios servicios públicos ligados a Tuvisa se han privatizado “para ahorrar”, y ha asegurado que no se volverán a publificar.

El concejal ha aportado cifras para argumentar la decisión: con la privatización de determinados servicios estos pasan a costar la mitad de lo que costarían si los gestionara directamente Tuvisa. Por ejemplo, ha afirmado que la empresa subcontratada para el servicio nocturno de grúa recibe 90.000 euros, y que si estuviera a cargo de la plantilla de Tuvisa costaría 215.000 euros. Gurtubai ha dicho también que el Ayuntamiento gasteiztarra paga 25.000 euros por la vigilancia nocturna de los parkings, y que el coste sería de 87.000 euros si hubiese permanecido en manos públicas.

No damos por buenas estas cifras, de ninguna manera. Pero más allá de los números, debemos fijarnos en lo que esconden esas palabras: Gurtubai ha dejado bien claro que la única razón para privatizar servicios públicos es la económica; no se prioriza dar un buen servicio, ni ningún otro motivo más allá del económico. En consecuencia, demuestra que las privatizaciones se llevan a cabo sin analizar si repercuten en el servicio o en las condiciones de las personas que trabajan en estas áreas. Porque no hay duda de que esa “diferencia” económica únicamente puede obtenerse deteriorando los servicios y empeorando las condiciones de trabajo.

¿Sabe Gurtubai que antes se esperaban 20 minutos para ser atendido por el servicio nocturno de grúa, mientras que ahora son dos horas? ¿Sabe que a raíz de la privatización ha desaparecido al menos un empleo de este servicio?

¿Sabe Gurtubai que de noche no hay presencia de personal en los parkings públicos, con todas las consecuencias e inseguridades que ello implica para la ciudadanía que los usa?

¿Sabe el concejal que esas empresas privadas subcontratadas operan desde Barcelona, Madrid o desde otras ciudades del mundo? ¿Que, por tanto, el dinero público aportado por las y los gasteiztarras va a bolsillos de empresas privadas que además no tributan aquí?

¿Conoce Gurtubai las precarias condiciones de trabajo que se imponen a estas personas subcontratadas?

Por desgracia, él y los demás responsables que impulsan la privatización conocen bien la realidad. Pero tal y como el concejal ha reconocido, la prioridad es el dinero, no la calidad del servicio público ni la situación de las personas que trabajan en él. Todo eso es secundario. Es secundario, por ejemplo, que el servicio público ofrecido a la ciudadanía sea de calidad o no. Lo más importante es “ahorrar” dinero, sin importar a manos de quiénes llega el dinero de todas y todos los gasteiztarras.

Porque cuando las administraciones deciden privatizar, la calidad del servicio público solo la miden en euros.

Ante esto, ELA tiene claro el camino a seguir: las personas que trabajan en Tuvisa se han organizado y han empezado a movilizarse. El servicio de bus urbano corresponde a una empresa pública, y la gente que trabaja en ella está harta de la negligencia mostrada por Ayuntamiento. Por eso han decidido luchar. Han llevado a cabo huelgas y paros, y están dispuestos a emprender una huelga indefinida a partir de marzo.

Las movilizaciones han tenido hasta ahora el pleno respaldo de las personas que conducen los autobuses y del personal de parkings y talleres. Las principales reivindicaciones son, por un lado, que se garantice y no se destruya el empleo, algo imprescindible para asegurar la calidad del servicio; por el otro, que no se privaticen los servicios públicos y que, por tanto, se revierta la privatización del parking y la grúa y se publifiquen de nuevo.

Poner límite a las privatizaciones no supone un uso irresponsable del dinero público, por mucho que el señor Gurtubai así lo diga. Al contrario, empleemos los recursos públicos para tener unos servicios públicos de calidad. La gente de Tuvisa seguirá peleando hasta lograrlo.